¿Suele usted guardar rencor? Mucha gente es rencorosa con otros por varias razones. ¿Qué es el rencor y cómo puede usted superarlo?
¿Lucha usted con sentimientos de mala voluntad o resentimiento hacia alguien que simplemente no puede evadir? ¿Alguna vez ha hablado usted acerca de cuando “fulanito”, dijo “tal cosa sobre ti”, sólo para desahogarse? Si es así, usted podría estar guardando rencor.
Otros signos de que usted podría estar guardando rencor incluyen irritarse fácilmente (de forma constante) con alguien, tener fuertes sentimientos de amargura o resentir el éxito de alguien.
¿Qué es el rencor?
Según el Diccionario de la Real Academia Española, el rencor es un “resentimiento arraigado y tenaz” hacia alguien. Sus sinónimos incluyen amargura, malevolencia, enemistad, odio, malicia (y la lista continúa).
El rencor a menudo comienza cuando alguien nos ofende, o al menos nos sentimos ofendidos. Con el tiempo, nos aferramos al dolor y la ira, y eso afecta cómo vemos a la persona.
Incluso cuando lo peor del enojo ha pasado, todavía podemos albergar oscuros sentimientos de mala “onda” hacia alguien.
¿Por qué guardar rencor es peligroso?
Según la Mayo Clinic, aferrarse al rencor puede conducir a la depresión y la ansiedad. Puede dañar relaciones actuales y futuras y hacernos sentir que carecemos de propósito y conexión con los demás.
Por otro lado, dejar ir el rencor puede reducir los síntomas de ansiedad, depresión, estrés y hostilidad. Puede bajar nuestra presión arterial y fortalecer nuestro sistema inmunológico y darnos un corazón más fuerte.
Si bien los peligros físicos son lo suficientemente convincentes, los peligros espirituales de guardar rencor (¡y los beneficios de superarlo!) son aún mayores. Jesucristo enseñó que, si queremos que Dios nos perdone de nuestros pecados, debemos estar dispuestos a perdonar a quienes han pecado contra nosotros (Mateo 6:15). Dios espera que superemos los rencores y perdonemos a los demás (Colosenses 3:13). Para obtener más información sobre perdonar a los demás, lea “Cuando perdonar es difícil“.
Entonces, guardar rencor puede hacernos daño tanto física como espiritualmente.
4 pasos para superar el rencor
1. Reconocer el rencor por lo que es.
Uno de los pasos más básicos para abordar cualquier problema, es reconocer que hay un problema. A menudo, esto incluye examinar y evaluar honestamente nuestros pensamientos y sentimientos hacia otras personas.
Si usted se irrita o enoja muy fácil y constantemente con una determinada persona, descubre que tienes una fuerte aversión a estar cerca de ella, o (en un caso extremo) usted se da cuenta de que realmente le deseas mal, entonces usted tiene un problema.
Reconocer que usted está guardando rencor, es la primera de las medidas necesarias para vencer esta mala actitud.
2. Reconocer el peligro espiritual del rencor.
Si usted se da cuenta de que guarda rencor contra alguien, entonces está listo para dar el siguiente paso: considerar profundamente el daño que está causando (y causará) en tu relación con Dios y con otros.
La Biblia dice que el rencor entre un esposo y una esposa puede estorbar sus oraciones (1 Pedro 3:7). Fuera del matrimonio, el resentimiento hacia los demás también es peligroso. Satanás utiliza la ira y el resentimiento como armas para separarnos de Dios y de otras personas, y debemos estar atentos para evitar que se infiltre en nuestra vida a través del rencor (Efesios 4:25-27).
Estudiar ejemplos de personas rencorosas en la Biblia puede ayudarnos a reconocer los peligros espirituales que conllevan.
Por ejemplo, el rencor de Caín contra su hermano Abel condujo a un asesinato. Dios incluso le advirtió a Caín que necesitaba gobernar su ira, pero él no escuchó y se aferró a ella (Génesis 4:2-15).
La ira de Esaú contra su hermano Jacob por un derecho de nacimiento robado, se convirtió en un rencor que duró años (Génesis 27; Génesis 32-33).
También podemos considerar el rencor de Saúl (alimentado por la inseguridad y el miedo a perder el poder) contra David, y el rencor de Absalón contra su hermano Amnón, alimentado por la ira, debido al abuso de su hermana y el deseo de venganza.
En el caso de Absalón, a pesar de que su enojo por el pecado de Amnón contra su hermana era justificado, su manejo de la situación no lo fue. En lugar de buscar justicia de acuerdo con la ley de Dios, se aferró a la ira, hasta que logró vengarse por sus propias manos (2 Samuel 13).
No importa cuál sea el origen, la Biblia muestra claramente que el fruto del rencor nunca es positivo.
3. Debemos buscar el arrepentimiento y debemos pedirle ayuda a Dios para perdonar.
La Palabra de Dios dice claramente que, si esperamos recibir el perdón de Dios, tenemos la responsabilidad de perdonar a aquellos que nos han hecho un mal (Mateo 18:21-35; Lucas 6:36). Dios nos pide que le dejemos la venganza a Él (Romanos 12:19), porque Él conoce perfectamente cada situación. Nuestro Creador ve a todas partes y conoce el corazón de todos los involucrados. ¡Él es increíblemente paciente con cada individuo, algo por lo que podemos estar profundamente agradecidos!
Dios nos da las herramientas necesarias para luchar en esta guerra espiritual y llevar nuestros rencores negativos, cautivos a la obediencia a Cristo (2 Corintios 10:5). Dios desea lo mejor para todos nosotros: que finalmente todos lleguemos al arrepentimiento (2 Pedro 3:9). Si estamos tratando de controlar nuestros pensamientos, entonces nosotros también deberíamos desear lo mejor para los demás.
Cristo nos dio un ejemplo perfecto al pedirle a su Padre que perdonara a los que lo estaban asesinando, mientras era crucificado (Lucas 23:34).
Para aprender más acerca de la misericordia, lea el artículo “¿Qué pide Dios de nosotros? Amar misericordia”.
4. Reemplaza los pensamientos negativos por pensamientos positivos.
Las ideas y los pensamientos que alimentamos son los que se crecen y se desarrollan en nuestra mente. Así que, si nos estancamos en una experiencia hiriente o negativa que tuvimos con alguien, nuestros pensamientos y sentimientos negativos se harán más fuertes y se arraigarán profundamente. A Satanás le encanta que nos enfoquemos en las heridas y revivamos constantemente experiencias dolorosas.
Por el contrario, Dios desea que estemos “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviere queja contra otro. (…) Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones” (Colosenses 3:13, 15).
¿Cuáles son algunas herramientas para ayudarnos a reemplazar los pensamientos negativos con pensamientos positivos? Estudiar lo que dice la Palabra de Dios acerca del perdón, estudiar ejemplos de perdón en la Biblia, meditar en escrituras edificantes y orar por la ayuda de Dios.
¿Cómo es el pensamiento positivo en acción? Un gran lugar para comenzar es Filipenses 4: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros” (versículos 8 y 9).
Tratar de aplicar estos principios puede ser una poderosa herramienta para vencer el rencor.
Para estudiar más acerca de cómo dejar atrás el rencor, lea los artículos “¿Cómo perdonar?” y “Resentimientos”.