Adolescentes y adultos jóvenes pasan muchas horas interactuando con otros en las redes sociales. ¿Cuál es la motivación real de estas interacciones?

En la última década, las redes sociales se han disparado, ofreciéndonos la posibilidad de compartir, publicar y dar “me gusta” a destajo. Cada hora del día se publican millones de fotografías, actualizaciones de estado y videos. Parece que algunos quieren crear una transmisión constante de sus últimos logros, vacaciones, compras extravagantes o simplemente la última selfi. Luego está el deseo constante de volver a ver cuántos “me gusta” tenemos y “compartidos”. Hemos recibido desde una foto publicada hace 53 segundos hasta un comentario elegantemente diseñado.
Tendemos a realizar estas cosas para conseguir la aprobación de los demás. Pero es importante que consideremos la aprobación de quién deberíamos buscar en realidad.
La aprobación viene de Dios
En lugar de buscar la aprobación de los demás o tratar de impresionarlos, deberíamos buscar la aprobación de Dios. La Biblia nos dice: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa rectamente la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15).
Si tratamos de ser aprobados por Dios, pasaremos más tiempo haciendo las cosas que le agradan a Él, no a otras personas. Debemos buscar ser aprobados por los hombres principalmente debido a que Dios nos lo pide, pero no buscar la aprobación de los hombres en primera instancia (Romanos 14:18). Los demás verán de primera mano si nuestra conducta ejemplifica nuestro constante esfuerzo por vivir según las normas de Dios.
¿Cómo podemos presentarnos aceptables a Dios?
- Al cumplir los Diez Mandamientos (Éxodo 20:1-17).
- Mostrando los frutos del Espíritu Santo (Gálatas 5:22-23).
- Poniendo siempre primero a Dios por delante de nosotros mismos y de los demás (Hechos 5:29).
Antes de decidirte a compartir o publicar un contenido, tómate un momento para examinarte a ti mismo. ¿Cuál es tu motivación para hacerlo? ¿Publicas una foto tuya para intentar ganar la aprobación de los demás? ¿Qué motiva tu deseo de comprobar cuántos “me gusta” o cuántos “compartidos” ha recibido tu publicación? En 2 Corintios 10:18 el apóstol Pablo se dirige a los corintios para explicarles el tema de la jactancia y la comparación con los demás: “Porque no es aprobado el que se encomienda a sí mismo, sino el que encomienda el Señor”.
¿Buscaremos la aprobación de Dios por lo que decimos y la forma en que vivimos? O ¿buscaremos la aprobación de las demás personas en las redes sociales?
Te invitamos a leer nuestro artículo “Antes de publicar algo en redes sociales…” para saber lo que le gusta y lo que no le gusta a Dios acerca de nosotros.