Uno de los acontecimientos más significativos en nuestra corta historia está programado para el mes de junio. Nuestra primera conferencia ministerial internacional desde que nos reunimos en Louisville, Kentucky, en enero de 2011 con fines organizativos, se llevará a cabo entre el 10-13 de junio en Dallas, Texas. Esta conferencia estará enfocada en nuestros esfuerzos para predicar el evangelio. ¡Somos una organización pequeña con grandes ideas! Entre estas ideas tenemos el llevar el evangelio de las buenas noticias del Reino de Dios al mundo.
No podemos analizar la historia del mundo sin concluir que estamos viviendo en un momento excepcional para proclamar el evangelio. Tenemos medios de comunicación que permiten que un mensaje llegue a todas las naciones prácticamente instantáneamente. Todo el potencial y la puerta abierta para el Internet todavía están por descubrirse. Aun en África quedé sorprendido de ver cuántas personas que viven en chozas de barro con pisos de tierra, tienen teléfonos celulares con conexión a Internet. El Internet inalámbrico está también disponible en la mayoría de restaurantes, cafés de Internet y hoteles. No estoy seguro de que entendamos en su totalidad todo el alcance del Internet.
Ustedes pueden encontrar estadísticas acerca del grado de penetración de Internet al 31 de diciembre de 2011 en http://www.Internetworldstats.com/stats.htm. Según esta fuente, casi el 33% de la población mundial tiene acceso a Internet. En diciembre 31, 2011, la población total del mundo fue de casi siete mil millones de personas, lo cual significa que más de dos mil doscientos cincuenta millones de personas tienen actualmente acceso a Internet. Pero las estadísticas más increíbles son las que nos hablan del asombroso crecimiento de Internet—528% por década. Y no se espera que este crecimiento disminuya pronto. Cada vez es más común que las personas piensen que tener acceso a Internet es un derecho y no un privilegio por el cual uno tiene que pagar.
Durante la conferencia, esperamos lanzar un nuevo sitio especial en la Red para la proclamación pública del mensaje del evangelio. Nuestra meta es tener dos sitios en la Red—uno para la Iglesia y otro para la proclamación al público. Rápidamente estamos desarrollando artículos y otros materiales para publicar en el nuevo sitio en la Red. Esta labor está avanzando a un ritmo febril y actualmente involucra a la mayoría de los ministros y a muchos miembros.
El nombre que escogimos para nuestra publicación, De Común Acuerdo, dice mucho acerca de lo que somos y en lo que nos vamos a convertir. Siendo una pequeña organización de la Iglesia, nuestra esperanza de llegar a lograr que nuestra voz se escuche dependerá de que seamos como el grupo que se reunió “todos unánimes juntos” en el día de Pentecostés en el año 31 d.C. (Hechos 2:1). La puerta para la predicación del evangelio a todas las naciones está realmente frente a nosotros, pero la prueba real será la forma en que pasemos por esa puerta de la manera más efectiva posible.
Si bien el Internet será nuestra principal herramienta en cuanto a la comunicación masiva, no nos vamos a olvidar de aquellos que no tienen acceso al Internet. Estamos preparando publicaciones especiales para predicar el evangelio en esos sitios en donde no hay acceso a Internet. Para los miembros en Estados Unidos que no tienen la posibilidad de leer De Común Acuerdo en línea, estamos desarrollando planes para imprimir y enviar copias personales. Tenemos grandes ideas, ¡así que manténganse al tanto y observen cómo éstas se desarrollan!