MARJORIE ASHBY, a los 83 años, es la miembro más anciana de la congregación de Barbados. Escuchó por primera vez acerca del sábado cuando tenía nueve años de edad. Ella cuenta la historia de la visita de un hombre, el Anciano Sobers, que vino de Trinidad como vendedor en 1938. Pero él tenía otra misión—propagar la palabra acerca del sábado.
A medida que el Anciano Sobers fue formando una clientela, se sintió cómodo invitándolos a los servicios del sábado. Sin embargo, nadie se presentaba. Al darse cuenta que los adultos no estaban interesados, les preguntó si permitirían que sus hijos asistieran a la escuela sabática. Ellos estuvieron de acuerdo.
Marjorie fue la única en su familia que mostró algún interés en aprender más acerca de lo que el hombre enseñaba. Ella se acuerda asistiendo a su primera escuela de sábado y aprendiendo que ése era el día de reposo y también acerca de las carnes limpias e inmundas. Lo que más le impactó era el hecho de que el Anciano Sobers constantemente leía de la Biblia para corroborar lo que él estaba enseñando.
A medida que Marjorie aprendía nuevas cosas, volvía a su hogar y se las contaba a sus familiares. Su hermana menor, Elsie, dejó de comer cerdo por un tiempo, pero eventualmente volvió a sus costumbres antiguas. Su padre criaba cerdos. Elsie se convertiría más tarde en miembro de la Iglesia de Dios; pero murió en 1970, a la edad de 37 años.
Eventualmente, el Anciano Sobers se trasladó del área y Marjorie perdió contacto con él.
A la edad de 16 años, Marjorie fue “recibida” en la iglesia Metodista por petición de su madre. Sin embargo, la frecuencia de su asistencia a la iglesia fue disminuyendo más y más, porque ella no estaba de acuerdo con lo que enseñaban allí. Un domingo le dijo al organista que si le podía preguntar al pastor cuál día era el séptimo día (el sábado). Su respuesta fue, que de hecho, era el sábado; lo que confirmó lo que ella sabía que era verdad. Desde ese día Marjorie nunca volvió a asistir a la iglesia Metodista.
¡Pero algo hacía falta! Marjorie anhelaba las enseñanzas del Anciano Sobers pero no sabía si él estaba en la isla o había regresado a Trinidad. Ella recordaba que tenía una dirección parcial; decidió usar la información que tenía y le escribió una carta.
Sorpresivamente, pocos días después, él la visitó en su casa. ¡Ella estaba emocionada! El Anciano Sobers le contó que había estado propagando la Palabra por toda la isla y que un grupo de personas había respondido favorablemente. Él la invitó a asistir a los servicios allí. Ella aceptó de inmediato.
Marjorie se acuerda del sentimiento de agradable sorpresa al verse en una iglesia totalmente repleta cuando llegó el primer sábado y que, finalmente, ¡se sentía en casa¡ Ella fue bautizada en 1950 a la edad de 21 años. Se casó con Joseph Ashby, que fue ordenado ministro de la iglesia después de que el Anciano Sobers muriera súbitamente de apendicitis. Fue ordenado por A. N. Dugger, el líder de la Iglesia de Dios (del Séptimo Día) que vino a Barbados luego de escuchar acerca de la muerte del Anciano Sobers.
Marjorie entró en contacto con la Iglesia de Dios Universal por medio de un amigo y miembro de la Iglesia de Dios (del Séptimo Día), que emigró a Florida y escuchó el programa radial de Herbert Armstrong. En una visita a su familia en Barbados, él le contó a Joseph acerca del programa y cuán similar era a lo que ellos creían. También trajo consigo una copia de la revista The Plain Truth (La Pura Verdad). Joseph decidió escribirle al Sr. Armstrong y pedir su propio ejemplar de la revista The Plain Truth. El Sr. Armstrong visitó la isla algunos años más tarde, cuando el número de miembros había crecido hasta 111, incluyendo a Marjorie, Joseph y sus seis hijos.
Luego llegaron los años noventa y con ellos la división de la Iglesia de Dios Universal. Marjorie, frustrada con la dirección que estaba tomando la Iglesia, regresó a la Iglesia de Dios (del Séptimo Día); pero este regreso duró poco, ya que pronto se dio cuenta que todavía no entendían los días santos y cómo éstos representaban el plan de salvación de Dios. Encontró el camino de regreso cuando se reunió con una pequeña congregación de la Iglesia de Dios Unida. En 2010, cuando ocurrió la división de la Iglesia de Dios Unida, ella decidió ser miembro de la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial.
A través de los años, Marjorie ha enfrentado duras pruebas y problemas de salud, aun perdió un pie en julio de 2009, debido a la pobre circulación y a la diabetes. Pero ella ha permanecido firme en su fe y espera el momento del regreso de Cristo.
—Por Velma (Ashby) Holland