Nuevamente este año, Huanchaco, hermoso balneario de la costa norte del Perú, fue lugar de la Fiesta de los Tabernáculos y del Último Gran Día, para deleite y regocijo de los llamados por Dios a este maravilloso camino.
Huanchaco fue un pueblo de indios pescadores en el tiempo de la Conquista; se constituyó como un puerto mayor en época de la Colonia y fue fundada como ciudad española en diciembre de 1534.
Ubicado a 13 Km. de la ciudad de Trujillo, importante ciudad al norte del Perú, a 10 minutos de “Chan Chan”, la ciudad de barro más grande del mundo, y a ocho minutos del aeropuerto, fue siempre sede de llamativos y vistosos encuentros como el que se realizó este año en sus hermosas playas mientras estábamos ahí, el “ISA World Longboard Championship 2013” con participantes de 23 países de todo el mundo.
En ese escenario se llevó a cabo una de las reuniones más importantes para la Iglesia de Dios, en este tiempo y para el mundo entero en el Reino de Dios: la Fiesta de los Tabernáculos.
170 asistentes de las congregaciones de Perú, Ecuador y Argentina se dieron cita para vivir por anticipado aquel maravilloso mundo que pronto se establecerá sobre la tierra. Alegría, diversión sana e instrucción bíblica fueron la constante durante los ocho días de Fiesta.
Tarde de jóvenes, karaoke, fiesta de niños, baile familiar, tarde de ancianos, club de oratoria con invitados, tarde de damas, noche de talentos, tarde de juegos en la playa, servicios de adoración a Dios y tiempo libre para compartir entre amigos y hermanos, fueron la delicia de todos los asistentes.
El bautizo del Sr. Hernán González elevó la alegría hasta los ángeles en el cielo y la bendición (en el Último Gran Día) del bebé Luis Fernando Larrea Cornejo del Ecuador fue de gran regocijo.
Sermoncillos y sermones preparados anticipadamente, muy apropiados e inspirados nos hicieron vislumbrar y desear que pronto se establezca el Reino de Dios y que toda la humanidad por fin conozca a nuestro Creador, de lo que tanto hablábamos esos días.
Vecinos, comerciantes y lugareños daban buen testimonio de nuestros hermanos y mostraban su sorpresa al ver a nuestros niños de antes convertidos ahora en hermosos jóvenes.
Todos estamos muy agradecidos a Dios por estas maravillosas fiestas y su gran significado revelado a nosotros.
—Por Carlos Saavedra