Pregunta: ¿Podría por favor explicarme lo que el apóstol Pablo quiso decir en cuanto a la mujer en 1 Timoteo 2:15?
Respuesta: El versículo dice así: “Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia”.
Al leerlo textualmente, el versículo es difícil de entender y ha generado mucha controversia entre los comentaristas y eruditos. La palabra inicial “Pero” nos muestra que debemos analizar el versículo en contexto con los versículos anteriores (ésta siempre es una buena regla que debemos seguir ante un versículo difícil de entender).
La sección comienza en el versículo 8 con una instrucción para los hombres, que deben ser santos, sin ira, sin contienda, cuando están orando. A continuación, en los versículos 9 y 10, hay instrucciones para las mujeres acerca del vestido modesto y el arreglo personal. Las mujeres deben hacer más énfasis en su carácter interior que en su apariencia externa.
Después, en los versículos 11 y 12, se hace una separación de los papeles de los hombres y mujeres en los servicios de la iglesia. Las mujeres no deben hablar o enseñar en los servicios de la iglesia; esto es algo que deben hacer los hombres. En los tres versículos finales, Pablo amplía el tema a las diferentes formas en que Dios diseñó al hombre y a la mujer. Dios diseñó al hombre para el papel de ser el líder y protector del hogar; y Pablo cita la historia bíblica como la autoridad para esta afirmación (vv. 13 y 14).
El versículo 15 es una continuación de este tema, un contraste obvio con el papel del hombre, puesto que sólo la mujer puede tener hijos. Pero no todas las mujeres cristianas tienen hijos. Pablo utiliza diferentes palabras en varios lugares para describir el papel de la mujer, diciendo que las mujeres deben “amar a sus maridos…a sus hijos…ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas [“en sujeción”, (cooperando voluntariamente con)] a sus propios maridos” (Tito 2:4-5). El uso de la palabra “engendrando hijos” en 1 Timoteo 2:15, por lo tanto, es simbólico del papel físico que desempeña en general la mujer.
La palabra “salvará” proviene de la palabra griega sozo, que se utiliza en el Nuevo Testamento tanto para la sanidad física (especialmente en los evangelios) y la salvación espiritual (especialmente en las epístolas). El significado mencionado no puede ser la salvación física, porque no toda mujer cristiana ha sobrevivido al parto. Por lo tanto, “salvará” aquí se refiere a la salvación espiritual.
Pablo concluye diciendo que el camino de la salvación de la mujer no se encuentra únicamente en el cumplimiento del papel físico que Dios ha diseñado para ella, sino también en la búsqueda diaria del carácter espiritual de fe, amor y santidad con dominio propio.
Las notas de Barnes acerca del Nuevo Testamento, agregan: “El objetivo del apóstol, evidentemente, es mostrar que la mujer debe continuar en su fiel servicio a Dios si quiere salvarse—una doctrina que en todas partes del Nuevo Testamento se reafirma con respecto a todas las personas [mujeres y hombres]” (énfasis agregado).
Es importante anotar que la diferencia en los papeles físicos de cada sexo no indica ninguna diferencia en su valor espiritual. “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gálatas 3:28-29).
En conclusión, 1 Timoteo 2:15 no debe tomarse aisladamente, sino dentro del contexto. El trasfondo muestra que el camino de vida de Dios incluye papeles físicos diferentes y exclusivos para el hombre y la mujer, así como objetivos espirituales en común.
—Por Cecil Maranville