¡Vivificantes! Así fueron las Fiestas de Tabernáculos y el Último Gran Día en Carlos Paz, Argentina. Sin duda alguna, el Espíritu de Dios estuvo presente en Carlos Paz, donde 159 personas nos congregamos para alabar, glorificar y aprender de la Palabra del Eterno.
El ministro en Bahía Blanca, Argentina, Alfredo José Arboleas, fue el encargado de dar el mensaje de bienvenida, exhortándonos a mantener el buen ánimo, la alegría, el compañerismo y a estar dispuestos a servir durante la Fiesta.
Durante toda la Fiesta el gozo caracterizó a los asistentes, quienes recibimos la Palabra de Dios con entusiasmo, motivados por la actividad de bienvenida que los miembros de la Iglesia en Argentina prepararon para las visitas extranjeras. También contamos con un estudio bíblico para jóvenes, donde el mensaje estuvo enfocado en las decisiones fundamentales que se toman durante la juventud; y una sesión del Club de Oratoria que reunió a los miembros de Argentina, Bolivia y Chile.
Para la segunda mitad de la Fiesta el gozo subió de nivel al recibir en este sitio a nuestro ministro el Sr. Saúl Langarica, y al Director Regional de la obra hispana, el Sr. León Walker, con sus respectivas esposas.
Personas de 11 nacionalidades celebramos la Fiesta: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, El Salvador, Estados Unidos, Filipinas, México, Perú, República Dominicana y Uruguay. En un mensaje se nos recordó que de las 11 distintas culturas unidas por el Espíritu de Dios, hay una cultura superior a todas las demás, y es la que debemos reflejar: la de Dios.
En los días siguientes, llegó la tan esperada Noche de talentos; un Desayuno de damas, enfocado en conocer las manualidades de reciclaje que algunas mujeres se esmeraron en presentar; la Fiesta de niños, con la que los pequeños quedaron más que felices. También hubo una Conferencia de salud con cinco especialistas de la Iglesia expertos en esta materia, quienes nos hablaron de la importancia de la buena alimentación, el ejercicio y la visita regular al médico y al dentista. Además, el Baile familiar que alegró los corazones de los participantes; y el Almuerzo para las personas de los años dorados.
Todas y cada una de estas actividades estuvieron planeadas para deleite y gozo del pueblo de Dios, y así fue. Tuvimos una maravillosa Fiesta que tuvo como broche final el bautismo de la señorita Paula Chávez, minutos antes de la entrada del Último Gran Día.
Durante ocho días recibimos grandes bendiciones que nos mostraron el camino del Eterno y nos recordaron que debemos perseverar hasta alcanzar el galardón: ¡el Reino de Dios!
—Jorge Iván Garduño