Motivo de gran alegría fue visitar a los hermanos de Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Herlinda y yo viajamos desde Guatemala durante diez días. Salimos el viernes 31 de julio y regresamos el domingo 9 de agosto.
En la noche del viernes tuvimos un estudio bíblico. Hablamos acerca de las creencias fundamentales de la Iglesia.
El sábado, 1 de agosto, nos conectamos por Internet a San Salvador. Escuchamos un estudio bíblico del doctor Luis Mundo Tello. Sentimos mucha alegría por ello. Se hizo así para motivar a Yadira, a su hija y a su nieto. Fue algo especial estar juntos (2 Timoteo 1:3-4).
Viajamos en bus de Nicaragua a Costa Rica y de Costa Rica a David, Panamá, para estar con Efraín Santamaria y su hermano Francisco, el miércoles y jueves de esa semana.
Ellos nos esperaban también con muchos deseos de vernos. Su alegría nos contagió a nosotros. Tuvimos un estudio bíblico el miércoles por la mañana y ellos pidieron espontáneamente otro estudio para el día siguiente. Lo hicimos con mucho gusto. Finalmente, preguntaron por qué no los visitábamos más seguido… El tiempo lo dirá, fue nuestra respuesta.
Hubo una sorpresa. Efraín nos tomó una fotografía a nosotros. “Ustedes no deben saber para qué es”, dijo. Ya para venirnos, nos regaló dos tazas para tomar café. En cada taza estaba impresa una fotografía. Fue una expresión de aprecio que agradecemos mucho.
El viernes 7 regresamos a Costa Rica, para reunirnos el día sábado, conforme al mandamiento, en casa de Julián y Miriam, con Nuria García, José Bolaños, su esposa Nitzya y sus dos hijos varones.
Estudiamos el tema: “El pecado nos separa de Dios”, que tenía como propósito mantenernos muy conscientes de ello. Se hizo énfasis en la escritura de Isaías 66:3-4. Después salimos y almorzamos juntos.
Creo que el propósito del viaje se cumplió por la bondad de Dios. Las personas tienen entusiasmo y viajarán a celebrar la Fiesta de Tabernáculos a Antigua, Guatemala. Estamos contentos por ello (Salmos 133:1-3). Gracias a Dios.
—Por Eleodoro Ávila