Alguien dijo una vez: “para poder cambiar debemos estar enfermos y cansados de estar enfermos y cansados”. En otras palabras, hasta que ya no estemos dispuestos a no aceptar más los malos resultados de nuestras acciones,
no haremos ningún esfuerzo para cambiar. ¿Está usted enfermo de la forma en que marchan las cosas en su vida? ¿Ve la necesidad de cambiar, pero se pregunta, qué hacer?
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