Vivimos en tiempos sorprendentes. A finales de 1999, muchas personas al rededor del mundo estaban aproblemadas por la incertidumbre que el comienzo de un Nuevo milenio pudiese traer en el año 2000. Algunas personas afirmaban que el “comienzo del fin” estaba a la vuelta de la esquina.
Recientemente, los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2001, han revivido los miedos y preocupaciones en nuestra sociedad. Las personas también han especulado que Dios predijo estos eventos en las páginas de la Biblia.
Millones han estado intrigados por profecía interpretada y el futuro a través de la serie de libros “Dejados Atrás” (Left Behind). Claramente, suceden muchas cosas en nuestro mundo que la gente quiere entender. ¿Qué tiene que decir la Biblia acerca de algunos de estos eventos? ¿Qué propósito puede la profecía tener en la vida de un adolescente o de una persona joven?
Dios tiene un plan
La Biblia muestra que Dios tuvo un propósito al poner al hombre en la tierra. En el principio, Dios comenzó revelando Su propósito al decir, “Hagamos al hombre a nuestra imagen” (Génesis 1:26). Esta frase da referencia al propósito divino de la creación del hombre.
En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo hablo sobre el “misterio” del propósito de poner al hombre en la tierra: “Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. Antes bien, como está escrito: ‘Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.'” (1 Corintios 2:7-10).
Por lo tanto, vemos que Dios diseño al hombre para un propósito que excede nuestro corto tiempo de existencia humana en la tierra—un futuro que muchas personas (sin el espíritu de Dios) ¡simplemente no creen!
La libertad de elegir que tiene el hombre
El plan de Dios para la humanidad incluye la habilidad de elegir. Desde el comienzo de la historia humana, Dios le ha dado a las personas la oportunidad de elegir obedecerle o no. En Génesis 3:22-24, Dios nos dice que el hombre fue expulsado del jardín de Dios—y fue dejado a su propio cuidado a causa de su elección de no obedecer a Dios.
De este punto en adelante, los seres humanos han elegido sus propias formas de gobierno, leyes, educación, valores y religión. Y, mientras que Dios nos da a cada uno la libertad de elegir la forma de vivir que tendremos, los valores (si es que hay alguno) que seguiremos—Él nos dice que cosecharemos lo que sembremos (seremos recompensados o castigados por lo que hagamos). “No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.” (Gálatas 6:7-8, NVI).
Dios les informa a Sus sirvientes
La Palabra de Dios, la Biblia, tiene mucho que decir sobre los eventos futuros—particularmente si se relacionan con Su plan para la humanidad. Los eventos que traerán dolor y sufrimiento llegaran como resultado de las malas decisiones hechas por la humanidad, quebrantando las leyes de Dios. Aunque la mayoría de las personas permanecerán ignorantes de las causas de los sufrimientos venideros, Dios cuidadosamente informa a aquellos que Le sirven con respecto a los inminentes peligros que sucederán el final de esta era.
El profeta Amós acostumbraba a dar animo al pueblo de Dios, escribió: “Porque no hará nada el Eterno el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.” (Amos 3:7). Al comienzo del libro de Apocalipsis (el cual es conocido por su simbolismo profético), el apóstol Juan recibió una visión de los eventos del tiempo del fin. El propósito de esta revelación por parte de Jesucristo, “para manifestar a sus siervos— las cosas que deben suceder pronto” (Apocalipsis 1:1).
A través de toda la Biblia, Dios le asegura a Su—a los que Le sirven—que a ellos se les es dado un entendimiento más seguro y claro sobre la profecía y de los eventos del tiempo del fin (2 Pedro 1:19-21). Aunque hay muchas opiniones e interpretaciones privadas de las declaraciones proféticas y simbolismos en la Biblia, Dios nos asegura que aquellos que le sirven entenderán.
Dios desea que el hombre aprenda y viva
El deseo de Dios es que el hombre viva en paz unos con los otros. A pesar de los horribles conflictos y la depravación humana que hoy existen, Dios no quiere que las personas sufran. La Biblia nos da un excelente ejemplo de la manera en que Dios trabaja con el hombre en el libro de Lucas.
El relato del hijo prodigo en Lucas 15 nos muestra que un padre amoroso permitirá a sus hijos aprender de sus decisiones y errores. En un sentido amplio, eso es lo que Dios está haciendo con la humanidad. Sin embargo, los errores que la mayoría de las personas están realizando en la actualidad traerán una condición al fin de los tiempos llamada “tribulación” (Mateo 24:21-22). Jesucristo les dijo a Sus discípulos que el fin de los tiempos de problemas del hombre traerá un tiempo de gran angustia y trauma—cosas de las cuales las personas nunca han experimentado.
Dios espera que las personas elijan el bien y cambien sus mal obrar que solo los lleva a la destrucción. A través de estas y otras advertencias proféticas, Dios le informa a un mundo incrédulo sobre el resultado de sus malos caminos.
En 2 Pedro 3:9, Pedro le dice a la Iglesia que Dios desea que toda la humanidad se de cuenta de su potencial y vivan: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”
¡Hay buenas noticias!
No todas las profecías en la Biblia se enfocan en los resultados trágicos de las decisiones equivocadas del hombre. La Palabra de Dios también declara las buenas noticias de un mundo nuevo que gozara de la verdadera paz y prosperidad.
El profeta Isaías da una mirada a ese futuro lleno de buenas noticias: “Lo que vio Isaías hijo de Amos acerca de Judá y de Jerusalén. Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas.’
“Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (Isaías 2:1-4).
Este nuevo mundo al que Jesucristo se refería como el Reino de Dios será un tiempo cuando las personas finalmente entenderán lo que Dios tenía planeado para la humanidad desde el comienzo—que Dios creo al hombre para heredar la eternidad. La profecía Bíblica también entrega gran detalle sobre de este maravilloso futuro!
Dios quiere que TÚ aprendas y vivas
¿Y qué sucede con los jóvenes y adolescentes? ¿Qué es lo que Dios quiere para ustedes y cómo puede un entendimiento de la revelación divina (profecía) ayudarte como un joven adulto?
Claramente Dios desea que la gente joven disfrute la relativa libertad de la juventud. Eclesiastés 11:9 dice, “Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.” Aun así, Dios también desea que aquellos que Le sirven se den cuenta de los tiempos en que viven y la responsabilidad que tienen de actuar de acuerdo a lo que saben está correcto.
Las páginas de la Biblia contienen la información más importante sobre la tierra. La Palabra de Dios declara las bendiciones y resultados de la obediencia hacia Él y las maldiciones y trágicos resultados cuando Su camino es ignorado.
¡El entender el plan de Dios te ayudará a prepararte para un increíble futuro!