Queridos hermanos:
Quisiera compartir con ustedes una cita de un antiguo artículo de la revista Las Buenas Noticias en el que se hacía un informe de la Fiesta de Tabernáculos de 1966: “Actualmente, el mundo nos ignora. Pero este presente siglo malo será derrocado por el olvido. Pronto, en medio de las cenizas de la decadencia, corrupción y rebelión contra su Creador, ¡va a surgir el maravilloso nuevo, feliz y pacífico mundo regido por Dios!”.
No hay duda de que en 1966 nosotros pensábamos que Cristo iba a regresar pronto, lo que haría que se cumpliera a cabalidad la Fiesta de Tabernáculos. El hecho de que no haya pasado todavía no debe hacernos perder de vista el entendimiento o quitarnos el entusiasmo a medida que nos reunimos para la Fiesta de Tabernáculos de 2014.
En la actualidad, de la misma forma que en 1966, pasaremos desapercibidos para el mundo a medida que nos reunamos en los 40 sitios alrededor del mundo. Nuestro impacto en los sitios en que se llevarán a cabo las reuniones será algo mínimo. El sitio más grande que tendremos será en Orange Beach, Alabama, en dónde se van reunir más de 1500 hermanos para la Fiesta. Los residentes del lugar van a notar un incremento en el tráfico y tal vez un poco de más congestión en los restaurantes, pero el mundo nos ignorará e ignorará el mensaje que predicamos.
Como lo afirma el artículo de 1966, este mundo es verdaderamente “malo” y lleno de “decadencia, corrupción y rebelión contra su Creador”. Dondequiera que miremos, hay una clara evidencia de que esto es cierto. Con unas cuantas semanas de atraso, la comunidad mundial ha tomado finalmente cartas en al asunto en cuanto a los terroristas de ISIS en el medio oriente —personas culpables de decapitaciones horripilantes y otros actos inhumanos de violencia. Pero bombardear ciertos blancos en Siria e Irak no va a destruir ni el terrorismo ni la maldad que lo origina. Las bombas caerán, y miles morirán —muchos de los cuales serán civiles inocentes. Y la amenaza terrorista al mundo continuará. Las soluciones del hombre a los problemas que dividen al mundo y las curas propuestas para el mal que existe, nunca han tenido éxito. Mientras Satanás siga presente, el mal siempre existirá. El significado del Día de Expiación nos ofrece la verdadera solución al mal: la remoción de Satanás.
La humanidad ignora el hecho de que sus caminos no son los caminos de Dios y que no puede tener éxito en su lucha contra la maldad sin Él. Todos conocemos lo que dice en Proverbios 14:12: “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”. Todo lo que el hombre trata de hacer en su esfuerzo para salvar al mundo del mal, no importa lo bien intencionado que sea, fracasará por completo.
En el número de septiembre/octubre de 2014, de la revista: Foreign Affairs, el periodista Francis Fukuyama escribió un artículo titulado “la decadencia de América”. Él escribe acerca de: “La tendencia a la decadencia política; (en la que) los especialistas en administración pública han documentado un deterioro progresivo en toda la calidad del gobierno americano por más de una generación”.
Fukuyama termina su artículo con algo deprimente: “La decadencia de los políticos americanos probablemente continuará hasta que se produzca un choque externo que logre catalizar una coalición verdadera de reforma y los impulse a la acción”.
Actualmente, no existe un sistema político que pueda remover el mal o resolver los problemas del mundo. De hecho, ¡la verdad es exactamente lo opuesto! Los sistemas políticos, creados por el hombre, son la causa fundamental de los problemas. Se necesitará un choque externo para resolver la profunda división que existe en nuestra nación y en el mundo. ¡Se necesita el regreso de Jesucristo para lograrlo! Éstas son las buenas noticias, el mensaje del evangelio. Jesucristo va a regresar a esta tierra para remover el mal. Esto no va a pasar inmediatamente; pero después de 1000 años de encadenamiento de Satanás, el mal será finalmente vencido por el Reino de Dios.
La Fiesta de Trompetas, el Día de Expiación, la Fiesta de Tabernáculos y el Octavo Día (el Último Gran Día), nos ofrecen las verdaderas respuestas acerca de cómo será eliminado el mal. La humanidad no puede hacerlo lanzando bombas, comenzando guerras o castigando a las personas por lo que han hecho. No estoy diciendo que estas cosas no deban ser hechas en medio de una sociedad carnal, sino que sencillamente no van a resolver el problema del mal. La verdadera solución la encontramos en Hechos 3:19-21: “Así que arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo”.
Mientras asistimos a la Fiesta este año, oremos por “los tiempos de restauración de todas las cosas”, cuando el gobierno de Dios, un sistema totalmente diferente, sea establecido aquí en esta tierra. También debemos reconocer que no sólo el gobierno de la tierra es lo que tiene que cambiar. La remoción del mal requiere que nos arrepintamos de nuestros pecados para “que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”.
Han pasado casi 50 años desde la fiesta de Tabernáculos de 1966. Asistir a la Fiesta en el 2014 es la evidencia de que después de todos estos años todavía entendemos la verdad acerca del futuro. No necesitamos fijar fechas para el regreso de Cristo o declarar que tenemos todas las respuestas acerca de la profecía. Debemos tener claro que el mal existe en el mundo y cuál es la verdadera causa de esta maldad, pero esta claridad no debe quitar nuestra atención del arrepentimiento de nuestros pecados y la necesidad de ser convertidos. ¡Si permanecemos enfocados en lo que es verdaderamente importante, tengo la seguridad de que la Fiesta de este año será la mejor de todas!
Que tengan un buen viaje a la Fiesta y que la disfruten. Espero ver a muchos de ustedes en Orange Beach y Steamboat Springs en unos cuantos días.
Sinceramente, su hermano en Cristo
Jim Franks