Estamos ya en el conteo final para la fiesta de Tabernáculos. En estos momentos ya muchos han visto mi sermón: “Esta no es la fiesta de mi padre”. Mi meta era responder preguntas acerca de la fiesta de este año, que será diferente a las del pasado. Ésta será mi última carta a los miembros antes de la fiesta de Tabernáculos, que comienza al atardecer del viernes, 2 de octubre.
Estoy convencido de que las dificultades, las restricciones y la pandemia no nos van a impedir tener una fiesta llena de significado. Este año todos vamos a degustar el significado espiritual de la fiesta, como nunca antes. No me acuerdo ninguna fiesta a la que haya asistido en estos 58 años que tuviera tantas dificultades físicas. Pero cuando las dificultades físicas son las que nos amenazan, debemos ser aún más diligentes para asegurarnos de que no vamos a olvidar lo que es más importante: lo espiritual.
Si bien tengo la confianza de que tendremos un gran compañerismo en la fiesta, también creo que será un poco diferente de los años pasados. La pandemia nos ha obligado a pensar en las personas que tenemos alrededor, ya sea en un supermercado, un restaurante o en la calle. Se nos ha dicho que el COVID-19 está en todas partes y es muy contagioso. Estoy seguro de que hay algo cierto en todo esto, pero, ¿se interpone nuestro temor al virus en la forma en que celebramos la fiesta? No estoy diciendo que seamos imprudentes, sino que estoy hablando de asegurarnos de que los aspectos espirituales de la fiesta no sean pasados por alto debido a los desafíos físicos. Con pandemia o sin pandemia, ¡habrá fiesta de todos modos!
Cuando hablo del significado espiritual de los festivales, no estoy ignorando lo físico como si fuera algo que no importara. En la Pascua, nosotros nos lavamos los pies y tomamos del vino y del pan, para enfocarnos en el significado espiritual de estos símbolos. Debemos sacar la levadura antes de los días de Panes Sin Levadura para que podamos remover el pecado de nuestra vida. Ayunamos en el día de Expiación, para recordarnos de la reconciliación que tendrá lugar cuando Satanás y sus demonios sean removidos de la escena. Por estos ejemplos, podemos ver que lo físico nos ayuda a enfocarnos en lo espiritual.
Fue en 1945, exactamente 75 años atrás, que 45 miembros de la Iglesia de Dios de la Radio, en Eugene, Oregón, dejaron sus hogares por primera vez, para celebrar la fiesta de Tabernáculos. Después de 75 años de celebrar la fiesta de esta manera, el pueblo de Dios se encontrará con algo diferente este año. Hay varias razones válidas para esto —salud, edad, preocupación por estar en grupo, no poder viajar y otras. Según las dos rondas de inscripción, parece que aproximadamente el 85 % de nuestros miembros en Estados Unidos estarán en alguno de los cuatro sitios de fiesta que tenemos aquí. Fuera de los Estados Unidos, sabemos que muchos tendrán prohibido tener servicios en persona —la mayor parte de Latinoamérica, Asia y Filipinas, por nombrar algunos.
Sea que viajen o no al sitio de este año, el significado espiritual de la fiesta no ha cambiado. Desde su fundación, en el año 31 d.C., la mayor amenaza ha sido la desviación doctrinal. En general, continuamos celebrando lo físico —al fin y al cabo, es divertido. Pero después de hacer algo año tras año, por décadas —podemos empezar a perder de vista el significado espiritual detrás de lo que estamos haciendo.
<p style=”margin-top: 20px !important;”>Este año, debido a nuestras limitaciones físicas que se nos imponen, mi preocupación es que no perdamos de vista lo espiritual, permitiéndonos distraernos. Creo que es importante que respondamos estas tres preguntas a medida que se acerca la fiesta de Tabernáculos, 2020:</p>
- ¿Cómo entendemos el simbolismo de los días de fiesta que ya llegan —Trompetas, Expiación, fiesta de Tabernáculos y el Octavo Día?
- Trompetas celebra el regreso de Jesucristo a esta Tierra al sonar las trompetas. La séptima trompeta anuncia que Cristo será “Rey de reyes” y “Señor de señores” y la resurrección de los santos (Apocalipsis 11:15; 17:14; 1 Corintios 15:51-52; 1 Tesalonicenses 4:16).
- El día de Expiación celebra el momento en que Satanás y sus demonios son quitados por mil años, dándole la oportunidad a la humanidad de reconciliarse con Dios. Aquí es cuando Jesucristo interviene para salvar al mundo (Apocalipsis 20;1-4).
- La fiesta de Tabernáculos celebra el reinado de mil años de Jesucristo en esta Tierra. La Biblia nos habla de una batalla al comienzo y otra batalla al final de este milenio. Pero durante este reinado de mil años, disfrutaremos de paz, prosperidad y felicidad tal como el mundo nunca ha visto antes (Apocalipsis 5:10; 20:4).
- El Octavo Día, o el Último Gran Día, es el tiempo del juicio final. Todos los que han vivido y han muerto sin el conocimiento del Dios verdadero, recibirán la oportunidad de hacerlo después de la segunda resurrección, que sigue a continuación del Milenio. Los que ya han sido juzgados con base a su conocimiento de Dios en esta vida, serán enviados a destrucción eterna en el lago de fuego. Éste es el preludio a los nuevos cielos y nueva tierra y la venida de Dios el Padre desde el cielo (Apocalipsis 20;12.14).
- ¿Cuáles deberían ser nuestras prioridades durante la fiesta?
- Ya que el Milenio será una época en la cual un habrá un nuevo gobierno, el gobierno de Dios, ¡de hecho, deberíamos estar bajo ese gobierno ahora. Este año será difícil ignorar la tormenta política que existe en Estados Unidos y alrededor del mundo. Pero las escrituras del Nuevo Testamento son claras. Somos embajadores de Cristo, y nuestra ciudadanía (Politeum, o política) está en los cielos. Deberíamos orar por nuestra nación y sus líderes, pero involucrarse en el sistema político de esta sociedad sería un grave error que nos conduciría al desacuerdo y la frustración. Nos distraería de nuestro propósito real y el significado del Reino de Dios (2 Corintios 5:20; Filipenses 3:20).
- Tenemos siete días para practicar el sistema de vida que tendremos en el Milenio, seguido por una fiesta diferente, que representa el momento del juicio final. Como santos nos debemos mostrar deferencia y debemos agradecerle a Dios cada día por los otros. La frase “uno al otro” ocurre cerca de 100 veces en el Nuevo Testamento, describiendo la relación que deberían tener entre los miembros.
- Aunque este año algunos no podrán viajar al sitio de la fiesta o asistir personalmente a los servicios, Dios el Padre, Jesucristo y el Reino de Dios deberán seguir siendo el verdadero enfoque de nuestra vida. La vida es demasiado corta como para perder el tiempo enfocándonos en algo que sea tan fugaz. La fiesta nos está esperando y debemos enfocarnos en las prioridades espirituales que Dios nos dio cuando Él nos llamó a salir de este mundo.
- ¿Estamos preparados para crecer espiritualmente durante esta fiesta?
- El tiempo es corto. La vida es corta. Sin importar dónde esté guardando la fiesta este año —en casa o en una morada temporal —esta fiesta pasará volando y sin un compromiso a crecer espiritualmente, podemos perdernos algo que nunca volverá —la fiesta de tabernáculos 2020.
- Este año es especial de muchas maneras. Creo que cuando celebremos la fiesta el próximo año, 2021, no tendremos que combatir contra este virus. Pero, les puedo asegurar, que habrá otros obstáculos. Siempre los hay. Después de todo lo que hemos pasado en este año, ¿hemos aprendido lecciones que nos ayuden a prepararnos para el tiempo que tenemos por delante? Este año por lo menos debiera enseñarnos la importancia de nuestras prioridades espirituales.
Quisiera concluir con una cita de Romanos 13:11-14, que también cité en mi sermón. En estos versículos el apóstol Pablo nos da un buen consejo acerca de “conociendo el tiempo” en el que vivimos.
“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño: porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo y no proveáis para los deseos de la carne”.
Comprometidos con el cristianismo, adorar al Dios verdadero (no un falso sustituto, reconocido por el mundo), y guardar las fiestas establecidas, tiempos o santas convocaciones, es algo inusual en nuestro mundo actual. Tenemos el desafío diario de vivir según el ejemplo de Jesucristo. Si nos enfocamos en estas cosas, y entendemos el profundo significado que hay detrás de la fiesta de Tabernáculos, este año será nuevamente, la mejor fiesta que hayamos tenido, aún en medio de la pandemia.
Cordialmente, su hermano en Cristo,