Inglés - Francés

Iglesia de Dios, una Asociación MundialIglesia de Dios, una Asociación MundialIglesia de Dios, una Asociación MundialIglesia de Dios, una Asociación Mundial
  • Inicio
  • Recursos
    • Blogs
    • Folletos
    • Sermones
    • Tratados Doctrinales
    • Plan de lectura de la Biblia
    • FI Online
    • Manual API para padres
  • Noticias
    • De Común Acuerdo
    • In Accord
    • Carta a los miembros
  • Organización y Liderazgo
  • Congregaciones
  • Calendarios
    • Calendario fiestas santas
  • Contacto

El costo de estar ocupado

Por IDDAM | Blog Mujer cristiana, Blogs | Comentarios cerrados | 24 octubre, 2025 | 0

Parece que todos estamos ocupados todo el tiempo. ¿Cómo impacta el "estar ocupado" en nuestra relación con Dios? ¿Afecta nuestra alegría e influye en el equilibrio de nuestra vida?

He decidido que estoy cansada de la palabra ocupada. La uso todo el tiempo. La escucho en todo momento. Nadie, al parecer, deja de estar ocupado.

Entre criar a una niña de dos años, administrar una pequeña empresa, mantener la comida en el refrigerador y escribir un libro, me siento muy ocupada. Sin embargo, sé que hay muchos otros que están más ocupados que yo.

La verdadera pregunta que he estado tratando de hacerme es: cuando alguien me pregunta cómo estoy y yo digo que estoy ocupada, ¿qué quiero decir realmente con eso?

¿Quiero decir que estoy estresada? ¿O que la vida está llena de cosas buenas? ¿O que siempre llego tarde porque voy de un lado para otro? ¿O quizás que estoy cansada y anhelo un descanso sabático?

Ocupado versus aburrido

Una de las cosas que he notado acerca de los juguetes para niños desde que nació mi hija, es que muy a menudo estos vienen asociados con la palabra “didáctico”: un libro de actividades, un tablero didáctico, un cubo de figuras, etcétera. Muchos de estos juguetes y libros son maravillosos, educativos y mantienen a los niños entretenidos con actividades sensoriales y de desarrollo. Pero al centrarme más en esta palabra (ocupado), me frustra un poco que empecemos a enseñarles a nuestros hijos desde tan pequeños que sólo necesitan “mantenerse ocupados”.

Los psicólogos de hoy lamentan la falta de aburrimiento en la vida de los niños. Si nunca tienen la oportunidad de aburrirse, su creatividad e independencia se ven limitadas. “Si constantemente llenamos sus agendas y sus cerebros, no tendrán necesidad de imaginarse una historia, preguntarse cómo funcionan las cosas, ni construir una fortaleza con almohadas y mantas”, escribe Suzanne Bouffard, psicóloga del desarrollo y madre.

Esto también se aplica a los adultos. Cuando estamos constantemente estimulados y yendo de una actividad a otra con prisa, obstaculizamos nuestra creatividad, nuestra capacidad de pensar profundamente y nuestra capacidad de encontrar satisfacción en los momentos sencillos de la vida.

Corriendo de un lado a otro

Cuando pienso en lo que la Biblia enseña acerca de estar ocupado, el primer versículo que se me viene a la mente es Daniel 12:4: “Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará”. Este es un recordatorio aleccionador de que “estar ocupado” es la norma en el mundo actual. Todos corren de un lado a otro, aparentemente obsesionados con saber, lograr y hacer.

¿Pero qué acerca de la sabiduría? ¿Tranquilidad? ¿Paz? ¿Alegría? Estas no son cosas que “hacemos” ni “logramos”. Estar “ocupados” no nos acerca a ninguna de las cosas que decimos desear.

Marta, Marta

Quizás el primer versículo que le vino a la mente a usted fue la lucha de Marta, cuando estaba “distraída con muchos quehaceres” (Lucas 10:40).

Cuando Jesús dice: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas” (v. 41), siento profundamente sus palabras. Ella hizo todo lo posible —sirviendo, dando, asegurándose de que todos estuvieran bien atendidos— pero en el proceso, ella pierde de vista quién está realmente en su casa. Absorta en la actividad, Marta pierde la oportunidad de relajarse, recibir y simplemente sentarse a los pies de Cristo para escuchar y aprender.

¿Cuántas veces siento la necesidad de comenzar el día concentrada en los logros y en marcar las tareas realizadas, cuando lo que realmente necesito y, lo que más beneficiaría a quienes me rodean, es hacer una pausa, sentarse, escuchar y aprender a los pies del Maestro? Tenemos la oportunidad de hacer eso todos los días a través del estudio bíblico.

Construyendo algo grande

Una de las parábolas de Jesús aborda cómo valoramos nuestro tiempo, esfuerzo y logros. En este contexto, alguien de la multitud se acercó a Jesús con una preocupación en relación a la riqueza: “Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia” (Lucas 12:13). Si el otro hermano le hubiera pedido consejo, Jesús podría haberle instado a actuar con justicia y compartir. Pero al responderle al hombre que se sentía defraudado y exigía justicia, Jesús reconoció la codicia en su corazón.

También les refirió una parábola, diciendo: “La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios” (Lucas 12:16-21).

Por supuesto que no todo el ajetreo proviene de la codicia. A menudo, la vida es simplemente ajetreada, llena de una mezcla de tareas buenas y malas, agradables e inevitables: tenemos que ir al ministerio de transportes, hacer las compras, aspirar la casa, llevar el perro al veterinario, cambiar el aceite, ir a trabajar, ayudar con las tareas, comprar zapatos nuevos para nuestros hijos, etcétera. Estas no son señales de avaricia; son parte de la vida. Al igual que construir graneros en la parábola de Jesús, estas acciones no son inherentemente malas. El trabajo duro suele ser necesario y gran parte de él es bueno.

Pero . . .

En medio de todo mi ajetreo, ¿Qué estoy construyendo y por qué?

¿Estoy construyendo graneros para mí mismo, acumulando riquezas con la esperanza de que algún día la vida sea más fácil, gracias a mi esfuerzo? ¿Me estoy atribuyendo el mérito de lo que he ganado, olvidando que es Dios quien provee? ¿Creo que la felicidad de mi familia —y la mía— depende completamente de mi esfuerzo y ocupación, en lugar de confiar en que Dios desea darnos todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos? (1 Timoteo 6:17).

Disminuyendo la velocidad

Mi objetivo es bajar el ritmo. Algunos trabajos traerán fecha límite, noches largas y la sensación de estar siempre atrasado, pero aún tengo una opción. Puedo elegir decir que no cuando es demasiado, puedo elegir crear momentos de tranquilidad y descanso, incluso cuando la lista de tareas no está terminada, y puedo elegir traer a Dios —y su paz— a cada momento.

Esto es lo que Dios ofrece: “En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza” (Isaías 30:15). El antiguo Israel rechazó la oferta de Dios, pero yo puedo aceptarla. Deseo ese descanso, esa tranquilidad y esa humilde confianza en Él.

Para mí, todo empieza por eliminar la palabra “ocupada”.

Este artículo fue escrito por Erica Golden.

Volver a los artículos del blog
Sin etiquetas

Nuestra Iglesia

No “diluimos” las cosas.
El cristianismo es fácil…
…cuando usted quita sus parámetros, oscurece su enfoque y pierde su propósito. Y muchas iglesias se sienten felices de hacer esto por usted.

Nosotros no somos una de ellas.

Enlaces

  • Servicios en vivo
  • Himnario
  • Sermones

Accesos

  • Congregaciones
  • Organización
  • Contacto

Información

© 2024 Iglesia de Dios, una Asociación Mundial

P.O. Box 540697

Dallas, TX 75354-0697

  • Inicio
  • Recursos
    • Blogs
    • Folletos
    • Sermones
    • Tratados Doctrinales
    • Plan de lectura de la Biblia
    • FI Online
    • Manual API para padres
  • Noticias
    • De Común Acuerdo
    • In Accord
    • Carta a los miembros
  • Organización y Liderazgo
  • Congregaciones
  • Calendarios
    • Calendario fiestas santas
  • Contacto
Iglesia de Dios, una Asociación Mundial