El baile al final del campamento no es del gusto de todos. ¿De ser tu caso, has tratado de cambiar tu perspectiva? Aquí te cuento cómo aprendí a amar los bailes del campamento.
Al comienzo de mis campamentos de jóvenes, odiaba asistir a los bailes al final del campamento. Bueno, tal vez “odiar” suena un poquito exagerado, pero ciertamente no los disfrutaba.
¿Alguna vez has sentido que todo lo que haces es sólo pararte al costado de la pista de baile, mirando cómo les preguntan a tus amigos o amigas si quieren bailar, mientras tú estás ahí parada sola?
Te entiendo, porque yo también pasé por eso.
Algunos años después, en vez de enfrentarlo con temor y ansiedad, el baile se convirtió en una de las cosas que yo esperaba con más ganas del campamento. ¿Qué cambió? Yo cambié de perspectiva.
Algunas lecciones que aprendí:
1. Aprovecha la oportunidad para poder compartir y estar cerca de amigos
Los bailes no son sólo para bailar un “lento” con una muchacha o un muchacho. La lista de música es variada y llena de todo tipo de canciones, música lenta, canciones de moda, bailes en línea, bailes coreografiados, incluso algunas canciones raras que nadie reconoce (tal vez sólo los adultos). Independientemente del tipo de canción, los bailes son para que lo pasemos bien, así que simplemente puedes formar un círculo con tus amigos y moverte como quieras o sientas, recuerda que estamos ahí para aprovechar el momento y para pasarlo bien entre amigos. Cuando vamos a campamento, la idea es pasar el tiempo compartiendo y conociéndonos entre todos, es súper bueno que rompamos nuestro caparazón y podamos disfrutar siendo nosotros mismos.
En Proverbios 17:17 se nos dice: “En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia”. Eso significa que los amigos, aprenden a querer tu forma particular de ser, aprenden a querer tu risa, o lo que sea que te haga único, pero sobre todo, un verdadero amigo, aprende a quererte por quién eres tú. Así que es bien simple: tus amigos quieren pasarlo bien contigo.
Entonces, aprovecha el baile de campamento y úsalo como una buena oportunidad de poder pasarla bien con tus amigos, disfrutando de la compañía de los demás. Quizás puedas encontrarte saliendo de tu zona de confort e incluso puedas sorprenderte a ti mismo, haciendo nuevos amigos, o aprendiendo de tus nuevos talentos ocultos.
2. No tengas miedo de tomar la iniciativa
Si quieres bailar con alguien, pero nadie te saca a bailar, pudiera ser que tú seas quien necesite sacar a bailar a alguien.
Quizás este punto aquí sea sólo para mis amigas más pequeñas. Yo solía avergonzarme sólo con la idea de pedirle a un chico que bailara conmigo. Puede sentirse como algo poco convencional e intimidante. Pero me dí cuenta que un baile, es sólo eso, un baile. Son apenas dos o tres minutos de moverte con alguien al son de la música y tal vez poder hablar de algo.
Pero ¿qué pasa si me dicen que no? Pues no pasa nada. Habrá alguien más dispuesto a bailar contigo. Solía pedírselo a mis amigos más cercanos, chicos que conocía mejor, o que habíamos crecido juntos. Eso es mucho menos intimidante porque ya sabes que podrás tener una buena conversación con ellos.
Este punto se puede aplicar a mucho más que sólo invitar a alguien a bailar. Tener iniciativa nos puede ayudar a conocer a mucha gente nueva.
Conocer a todos durante el campamento, puede ser un verdadero desafío, así que el baile de campamento puede ser una excelente oportunidad para llevar a cabo la tarea.
A menudo puede ser que una de las cosas más difíciles de hacer, sea acercarnos a un desconocido y presentarnos a nosotros mismos, pero eso es precisamente lo que todos debiéramos intentar hacer.
Si estás parado o parada al lado de la pista de baile, solo o sola y sin bailar, y sin saber con quién hablar, es muy probable que al otro lado de la pista haya alguien sintiendo o pensando lo mismo que tú. Así que, si ves a alguien más solo y sin bailar, anda y háblale. Toma la iniciativa y rompe el hielo. Esta otra persona está tan asustada como tú de estar ahí sola y sin hablar con alguien.
3. Participa de la manera que puedas
Esos círculos que se arman en medio de la pista de baile, son como una especie de trato implícito. Es una manera divertida de que podamos bailar y reír juntos. No tengas miedo de unirte ahí, siempre hay espacio para alguien más en el círculo.
Para los bailes en línea o bailes con coreografías, tampoco tengas miedo de participar. Puede ser un poco difícil si nunca lo has hecho antes, así que no tengas miedo de pedir ayuda con los pasos. He pasado por esto muchas veces. Lograrás dominar el baile si lo intentas cada vez. Y si no, no importa, lo importante es que te divertiste intentándolo.
Si pareciera que algunos no están haciendo su esfuerzo por bailar, o si tu estás sentado solo ahí, porque no hay nadie con quien bailar, no tengas miedo de comenzar tu propio baile. Hace algunos años, durante una canción lenta, un par de amigos y yo nos paramos uno al lado del otro y comenzamos a bailar al son de la música. Antes de que nos diéramos cuenta, la mitad del campamento se nos unió, brazos encima de los hombros del otro y todos disfrutamos al son de la canción. Algo tan simple se convirtió en uno de mis recuerdos favoritos de campamento.
Pensamientos para concluir
¿Todavía no te gusta la idea de bailar en el campamento?
No hay problema. Asiste a la actividad de todas maneras.
Intenta mirarlo como una oportunidad de poder pasar tiempo con amigos, poder conocer amigos nuevos, relajarte y disfrutar de una última actividad con todos juntos, antes de que tengas que volver a casa.
Recuerda no tener miedo y ponte a bailar, sólo diviértete y pásala bien.