Después de una serie de sucesos increíbles, ahora tenemos una oficina que podemos llamar hogar. El lunes 6 de febrero de 2012 por la tarde, nos reunimos con nuestro agente de bienes raíces en Dallas, para firmar el contrato de arrendamiento. Unos pocos minutos después, el contrato fue escaneado y enviado al dueño/administrador del edificio, que vive en Houston. Más tarde, él devolvió el documento firmado. ¡El trato era un hecho!
Este fue un gran paso en un largo viaje que comenzó en diciembre de 2010. Después de varios meses de intentar resolver varios asuntos graves con nuestra anterior organización (esto no tiene nada que ver con asuntos administrativos o de personalidad como algunos afirman), comenzamos una nueva organización el 23 de diciembre de 2010 en Orlando, Florida. Todo parecía indicar que el viaje sería de “miles de millas”. Sabíamos que tendríamos que calcular muy bien cada paso que diéramos, ser pacientes y no esperar muchos logros demasiado pronto.
El comienzo de un nuevo viaje
Ayunamos y oramos. Tuvimos nuestra primera conferencia ministerial en Louisville, Kentucky, en enero de 2011. Comenzamos a emplear personas en febrero de 2011. Esto en sí fue un acto de fe. No teníamos un flujo constante de ingresos y no estábamos seguros de lo que nos deparaba el futuro. Avanzamos por fe, establecimos congregaciones y empleamos pastores. En los meses siguientes definimos la estructura de gobierno, aprobamos nuestros documentos de gobierno y elegimos nuestra primera Junta Ministerial de Directores (JMD).
El verano pasado la JMD me eligió a mí como presidente, después a Doug Horchak como el gerente de operación de Servicios Ministeriales, a Clyde Kilough como gerente de operación de Media y a Jason Lovelady como tesorero y gerente de operación de Finanzas. Luego de estar funcionando más de ocho meses, teníamos un equipo de liderazgo establecido, que ya no era interino.
Pero, ¿dónde nos podríamos establecer y abrir una oficina? Esta era la siguiente gran pregunta. Durante meses habíamos trabajado por teleconferencias, llamadas por Skype, diferentes salas virtuales para conferencias de grupos, etc. El no tener reunidas a todas las personas involucradas en una decisión era algo que dificultaba nuestra labor.
Hacia finales del 2011, fue evidente que necesitábamos ubicar una oficina y establecer una oficina principal pronto para poder realizar nuestro trabajo. Sonaba bien cuando decíamos que estábamos trabajando desde nuestra casa en Internet y que estábamos ahorrando dinero por no tener una oficina física. Desafortunadamente, nuestra falta de eficiencia puede habernos costado más de lo que en realidad nos ahorramos. El proceso para tomar decisiones era lento y difícil, y con frecuencia pasamos por alto elementos importantes porque simplemente no éramos capaces de visualizarlos en las reuniones a distancia. No teníamos ningún lugar para entrenamiento ni para ningún programa educativo. Todos los involucrados en esa época estaban de acuerdo en que necesitábamos escoger un lugar para la oficina permanente, pero, ¿cuál?
Comienza la búsqueda
Con el fin de comenzar el proceso, el 1 de septiembre nombré un comité compuesto por Clyde Kilough (presidente), Dave Evans, Dave Johnson y Jason Lovelady. Su labor era proponer una lista de ciudades que podrían ser tenidas en cuenta para ubicar la oficina. Todos éramos muy conscientes de que nuestros críticos estaban prediciendo que terminaríamos en Texas y específicamente en el área de Dallas/Fort Worth. Desde el principio debíamos tomar una decisión—¿tendríamos en cuenta honestamente un grupo de ciudades e ignoraríamos el área de Dallas/Fort Worth, o hacíamos lo que nosotros creíamos que era lo mejor para la organización?
Parecía que si la decisión que teníamos que tomar iba a estar influenciada por ciertos sucesos del pasado o lo que algunos sentían al respecto de nuestra decisión actual, entonces estábamos en aprietos. Si nosotros alguna vez hubiéramos estado en una posición en la que nos sentíamos obligados a tomar una decisión basados en las opiniones o sentimientos, sin analizar los hechos del asunto, entonces nosotros habríamos fallado en uno de los principios más fundamentales del liderazgo.
El comité presentó en noviembre pasado una lista de seis ciudades: Atlanta, Georgia; Austin, Texas; Dallas/Fort Worth, Texas; Houston, Texas; Orlando, Florida; y Raleigh, Carolina del Norte. Es interesante anotar que todo estudio que hemos hecho en los últimos 15 años, siempre incluía al área de Dallas/Fort Worth como el mejor lugar o uno de los mejores lugares para una oficina. Esto también fue confirmado por nuestro más reciente comité.
En ese momento le pedimos a un miembro de la congregación de Austin, que es vicepresidente de una gran compañía de bienes raíces en San Antonio, que hiciera por favor un estudio objetivo acerca de estas seis ciudades. Cuando el estudio estuvo listo, nuevamente Dallas/Fort Worth apareció como la primera entre las seis ciudades, desde una perspectiva estadística.
Limitando las opciones
Cuando la JMD se reunió en diciembre de 2011, la administración presentó más de 50 páginas del estudio, junto con la recomendación de que eligiéramos los resultados del estudio independiente y eligiéramos a Dallas/Fort Worth como el lugar para nuestra oficina. En la reunión de diciembre, la JMD aprobó unánimemente esta decisión. Todo el proceso tardó aproximadamente tres meses.
Cuando decidimos la ciudad, estuvimos otros dos meses más buscando en el área de Dallas/Fort Worth, viendo dónde había espacio para la oficina. También contratamos los servicios de un agente de bienes raíces para que nos preparara una lista de propiedades que cumplieran con nuestros requisitos. El agente nos ofreció más de 100 propiedades, desde el norte de Fort Worth hasta el oriente de Dallas.
Esta lista la redujimos a las seis mejores propiedades. Invité a varios miembros de la JMD al área, para que me ayudaran a tomar la decisión final. El grupo estuvo compuesto por León Walker, Larry Salyer, Joel Meeker, Dave Baker y Britton Taylor (pastor de la congregación de Fort Worth). Antes de esta visita, Doug Horchak, Jason Lovelady y Clyde Kilough habían recorrido las seis propiedades. Después de que todos visitaron los seis lugares principales, todos estuvimos de acuerdo en que según nuestro criterio la mejor propiedad era la del Office Campus en Allen. La dirección de esta propiedad es 1301 Central Expressway South, Allen, TX.
Allen es un barrio vibrante, progresista, de Dallas, localizado al norte del corredor de la carretera U.S. 75. Toda el área se está llenando de firmas de alta tecnología, y nos anima mucho tener una propiedad de tanta calidad en un área de tanta expansión. La suite que arrendamos nos ofrece todo lo que necesitamos para establecer nuestra oficina principal.
Esto nos lleva al lunes 6 de febrero, cuando firmamos nuestro primer alquiler, en los casi 14 meses de nuestra historia desde que comenzamos. El precio fue menor del que habíamos presupuestado para el costo anual de una oficina. El dueño del lugar está remodelando la oficina para que ésta se adecue a nuestras necesidades, pero solo serán necesarias unas pocas modificaciones. Hemos fijado el 1 de marzo como la fecha para nuestro traslado, si es que las remodelaciones están a tiempo. Nuestro próximo paso será comprar los muebles, instalar el sistema telefónico y obtener el servicio de Internet antes de esa fecha.
Gracias por su paciencia y su respaldo durante todo este proyecto. No nos hemos apresurado en ninguna parte de este proceso sino que hemos sopesado cada etapa de él.
Los pasos que tenemos que tomar
A medida que nos preparamos para abrir la oficina, estamos haciendo planes para nuestra segunda conferencia ministerial en junio de este año. Entre estos dos eventos, estaremos celebrando la Pascua y los días de Panes Sin Levadura. Creo que lo que dijo Pablo acerca de la fiesta es un consejo excelente para nosotros, que estamos en este largo viaje: “Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad” (1 Corintios 5:8). ¿Qué puede ser más importante para cualquier organización que ser sinceros y tener la verdad? Si tenemos este enfoque en cada paso que damos, entonces tendremos éxito.
Hemos aprendido en el pasado que nuestro progreso se logra paso a paso. Si hacemos nuestra parte y tenemos fe en que Dios va a hacer la suya, podemos estar seguros de que van a pasar cosas buenas. Estos 14 meses han sido extraordinarios.
— Jim Franks, Presidente de la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial