Estamos llenos de expectativas con la fiesta, anticipando otros ocho grandes días de aprendizaje y crecimiento con los hermanos del pueblo de Dios. Antes de partir, es mejor estar seguros de que nuestras prioridades estén de acuerdo con el propósito que Dios tiene para la Fiesta de Tabernáculos.
Las palabras del apóstol Pablo mostraban su deseo e intención de guardar las fiestas de Dios. En la época en que él vivió, había sólo un lugar para guardar la fiesta, y no había tantas distracciones. En un mes estaremos saliendo para guardar la Fiesta de Tabernáculos. Tenemos lugares maravillosos en todo el mundo, donde el pueblo de Dios se va a reunir como una familia para celebrar la fiesta, que representa el venidero y maravilloso Reino de Dios.
El entusiasmo por la fiesta debe estar desbordante en nosotros a medida que nos preparamos para celebrar la ocasión más importante en el año para la mayoría de los miembros de la Iglesia de Dios. Sin importar que ésta sea su primera fiesta o la número 50, todos nos llenamos de expectativas a medida que ésta se acerca. Pero a medida que nos aproximamos a la fiesta, hay un principio importante que todos debemos tener en cuenta. Con todo el entusiasmo y expectativas que sentimos por el viaje y los lugares con tantas cosas divertidas para hacer, no debemos olvidar por qué estamos guardando la Fiesta de Tabernáculos. No debemos tener en la mente la perspectiva de unas vacaciones y que de pronto, eventualmente, la fiesta se va a celebrar allí. Nosotros estamos yendo, de acuerdo con las instrucciones de Pablo, para “guardar la fiesta” delante de Dios.
El propósito del diezmo para la fiesta
En las instrucciones acerca del uso del segundo diezmo, en Deuteronomio 14, se nos instruyen varias cosas. Debemos usar este segundo diezmo delante de Dios en el lugar que Él haya escogido para poner su nombre “para que aprendas a temer al Eterno tu Dios todos los días” (Deuteronomio 14:23). Lo fundamental de nuestra asistencia a la Fiesta de Tabernáculos es que aprendamos a temer al Eterno y estar en ese temor delante de Él todos los días. Mientras escuchamos los mensajes, estamos en las actividades y tomamos parte en las cosas que suceden, debemos ahondar e incrementar nuestro temor y apreciación de Dios. Esto requiere que mantengamos el enfoque correcto en las cosas importantes de Dios durante su fiesta.
Después de cada Fiesta de Tabernáculos, debemos regresar a casa con un mejor entendimiento del plan de Dios, una perspectiva más grande de su grandeza y un mayor respeto y conciencia de Él. Debemos volver con las fuerzas recargadas espiritualmente para continuar nuestro viaje hacia el Reino de Dios. Para poder lograrlo, debemos comprometernos a participar en la Fiesta con todo nuestro corazón. No permitamos que las cosas físicas desplacen las cosas más importantes de la fiesta.
En el pasaje que citamos anteriormente acerca del diezmo para la fiesta, también se nos instruye a regocijarnos delante del Señor nuestro Dios en la fiesta. Es generalmente fácil regocijarnos en la fiesta, pero en algunas ocasiones se pueden presentar hechos que nos vuelvan negativos y quejumbrosos. Cuando vaya para la fiesta, tome la decisión de no permitir que nada se interponga en su regocijo delante de Dios en el sitio en que Él ha puesto su nombre. Este regocijo incluye su familia y “el huérfano y la viuda”. Planear las cosas puede servir para que la fiesta sea un momento de regocijo para todos los miembros de la familia de Dios. Es bueno darles a los niños el momento y el espacio para jugar y divertirse. Planee actividades en familia en el tiempo libre, de tal forma que cada miembro de la familia se pueda regocijar realmente.
La Fiesta de los Tabernáculos está a la vuelta de la esquina. Yo tengo un caso serio de “fiebre de fiesta”. Debo guardar esta Fiesta—y espero ver a muchos de ustedes allí, haciendo lo mismo.
—Por Mike Blackwell
Mike Blackwell es el pastor de las congregaciones de Harrison, Arkansas, Joplin y Springfield, Missouri, EE.UU. Es el coordinador de la Fiesta en Branson, Missouri, EE.UU.