Lican Ray es un Balneario ubicado a unos 800 kilómetros al sur de la Ciudad de Santiago. En este hermoso lugar se llevó a cabo nuevamente la Fiesta de los Tabernáculos. Este balneario en la temporada de verano es muy concurrido y de alto costo, pero cuando nosotros celebramos esta fiesta de Dios, es una temporada baja, de tal manera que los costos de guardar la fiesta en este lugar son muy accesibles y además tenemos acceso a todas las instalaciones del lugar en forma exclusiva.
Al igual que en los años anteriores, todos nos hospedamos en el “Complejo El Conquistador”. La asistencia total fue de 195 personas que disfrutamos de la fiesta santa al máximo. Todos estábamos en cabañas con calefacción a leña, lo cual hacia un ambiente campirano, pero cómodo a la vez. Cabe mencionar que en esta pequeña ciudad experimentamos varios climas en un corto período de tiempo: tuvimos lluvia, frío y calor. Pienso que el lugar de la Fiesta y todos sus alrededores son una buena representación visual de lo que será el Edén del Milenio. Verdaderamente Lican Ray en esta época del año es como un paraíso. Hay mucha vegetación, lagos y ríos. Hay también muchos sembrados, cordilleras y algunos volcanes con nieve todo el año.
Dentro del recinto donde tuvimos la fiesta hay también pavos reales y otras aves exóticas caminando libremente por los jardines.
Todos nos maravillamos de ver la creación de Dios tan cerca durante toda la Fiesta. En un momento muchos de nosotros hicimos un paseo en el lago en un catamarán, con capacidad para unas 50 personas. El viaje fue una delicia.
La fiesta se vio bendecida con mucha paz, armonía, un espíritu alegre, buena comida y protección de Dios, al grado de que tuvimos muy pocos ungimientos, porque casi nadie se enfermó o accidentó. Además, el compañerismo y la hermandad brotaban en todo su esplendor, ya que todos los hermanos fueron parte de la solución cuando se presentaba algún pequeño contratiempo. El Espíritu de Dios estuvo obrando poderosamente en las mentes de todos los presentes.
Estoy seguro de que Dios, el Padre, y Jesucristo se agradaron de esta fiesta porque su pueblo se esforzó por hacer su voluntad y pusieron de relieve el alimento espiritual que cada día se nos daba.
A la mitad de la Fiesta llegaron “los refuerzos” para ayudar. Los señores Walker y los Langarica llegaron desde Colombia y Mendoza respectivamente. Eso incrementó aun más el entusiasmo en la fiesta.
Al inicio del Último Gran Día, tuvimos cinco bautismos que agregaron aun más alegría a la Fiesta. Esta noticia fue un excelente comienzo del último día santo de este año.
Me tomé la libertad de preguntar a varias personas en relación a la fiesta en Lican Ray, las respuestas fueron resumidas en: excelente, provechosa y espiritual.
Ahora tenemos el firme compromiso de mantenernos con el espíritu y el ánimo en alto para llegar hasta la próxima parada de los “peregrinos de la fe”: Ahora lleguemos hasta la Pascua. Gracias a Dios también tenemos la bendición de congregarnos semanalmente los sábados para seguirnos alimentando a nivel espiritual.
Cuando vengan los problemas espirituales de este año, que Dios nos ayude a recordar esta maravillosa Fiesta para que así nos podamos animar a seguir adelante, porque salimos muy fortalecidos espiritualmente.
—Por Fermín Naín