Un sueño inspirado hace 2600 años, fija el curso de la historia desde ese momento. Esta profecía bíblica fundamental nos da esperanza para la turbulenta época que nos espera.
Usted puede decir muchas cosas acerca del líder más poderoso del mundo, seis siglos antes de Cristo. El rey Nabucodonosor de Babilonia era arrogante, impetuoso, extremadamente poderoso y acostumbrado a hacer las cosas a su manera. Pero nadie lo ha acusado de ser un profeta del Dios de Israel.
Sin embargo, la Biblia registra que una de las profecías más importantes fue dada a un rey pagano en un sueño.
El desafío de Nabucodonosor
El sueño fue tan vívido y turbador que el rey Nabucodonosor quería saber inmediatamente lo que éste significaba. Llamó a sus sabios paganos para que se reunieran y le dieran la explicación del sueño, bajo amenaza de muerte. Él también ofreció grandes recompensas a cualquiera que le diera el significado, pero era lo suficientemente astuto para darse cuenta de que ellos tal vez querrían inventarse algo. Para asegurarse de que le iban a dar el significado real, les dijo que también tendrían que decirle lo que se había soñado.
“Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: no hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor, preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo. Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne” (Daniel 2:10-12).
El rey Nabucodonosor no estaba acostumbrado a un “no” como respuesta, así que “mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia” (v. 12).
Daniel se ve en peligro
Daniel y sus tres amigos, cautivos de Judá, aparentemente fueron llamados a dar una respuesta, pero el decreto del rey todavía exigía su muerte.
Daniel y sus amigos imploraron la misericordia de Dios y Dios le reveló el secreto a Daniel por medio de un sueño. La oración de gratitud de Daniel es una hermosa obra maestra de alabanza pura y es un ejemplo para todos nosotros. Por favor, tomen el tiempo necesario para leerla en Daniel 2:20-23.
Daniel se encuentra con el rey
El rey le preguntó a Daniel si podía decirle el sueño y su significado. Daniel no se adjudicó el honor. De hecho, él estuvo de acuerdo con los sabios y dijo que ningún hombre podía hacer esto.
“Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días” (v. 28). Esos postreros días se refieren a los últimos días, al fin del siglo y el momento de la segunda venida de Jesucristo (2 Timoteo 3:1; Mateo 24:3). El regreso de Cristo para salvar a la humanidad de su auto-destrucción, será después de la gran tribulación, las señales en el cielo y el Día del Señor (Mateo 24:21-22, 29; Joel 2:30-31).
Todos estos eventos son temas fundamentales de las profecías a lo largo de toda la Biblia, y todos señalan al momento que está justo delante de nosotros en la historia humana. La belleza de la profecía de Daniel radica en que nos da un bosquejo de una sucesión de imperios que van a regir en la tierra y termina con un mensaje estremecedor de verdadera esperanza—una poderosa promesa para nosotros en la actualidad.
El sueño de la imagen de Nabucodonosor
Después de describir la estatua gigantesca que Nabucodonosor había visto en su sueño, desde su cabeza de oro hasta sus pies de barro y hierro mezclados, Daniel explicó el significado del sueño.
La cabeza de oro de la estatua representaba al mismo Nabucodonosor (v. 38). El pecho y los brazos de plata representaban al siguiente gran imperio que llegaría a escena después de Babilonia, el Medo-persa. Sabemos, por la historia, que el vientre y los muslos de bronce corresponden al Imperio Greco-macedonio.
Las piernas de hierro y los pies, en parte de hierro y en parte de barro, representan el Imperio Romano y sus sucesivas restauraciones hasta el regreso de Cristo. Los diez dedos de hierro y barro muestran que la última resurrección de la super potencia europea será “en parte fuerte, y en parte frágil” (Daniel 2:42).
Esperanza para nuestro futuro
Es interesante pensar que el reino de Nabucodonosor era probablemente el mejor de esos cuatro imperios mundiales, ya que Dios dice que los reinos siguientes serían “inferior al tuyo” (v. 39) y el valor de los metales decrece a medida que la estatua va descendiendo. La implicación es que, con todo lo cruel y despiadado que era Nabucodonosor, las cosas tenderían a empeorar hasta el fin.
Afortunadamente el fin del mal gobierno del hombre marcará el comienzo de un nuevo y maravilloso mundo.
“Y en los días de estos reyes [los diez reyes estaban representados por los diez dedos; también están descritos en Apocalipsis 17:12-14] el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre” (v. 44).
Si desea saber más acerca del maravilloso y pacífico Reino de Dios, que va a ser establecido al regreso de Jesucristo, consulte nuestro folleto maravillosamente ilustrado El misterio del reino.
— Por Mike Bennett