¿Qué sucede con una persona que después de contar el costo, decide que el camino es demasiado difícil para seguirlo y no se bautiza? ¿Qué sucede con esta persona después de su muerte? ¿Está condenada por rechazar el llamamiento o esto es sólo para aquellos que fueron bautizados y luego se volvieron atrás? Si es esto último, entonces a mí me parece que cuando a uno lo llaman, su única opción es aceptarlo y tener éxito. Pero en este caso, ¿para qué contar el costo?
Respuesta: Usted encontrará la respuesta al entender por qué Cristo nos aconsejó que contáramos el costo. La escritura principal que utilizamos para este tema está en Lucas 14:25-35. Otra escritura que nos habla de la seriedad del compromiso que hace un cristiano es: “Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios” (Lucas 9:62). Tal vez el lenguaje más elocuente que utilizó Cristo lo encontramos en Juan 6:25-66. En esa ocasión, Él se expresó tan francamente que muchas personas dejaron de seguirlo a partir de ese momento (Juan 6:66).
Desde cierta perspectiva, el enfoque de Cristo podría parecer ilógico, porque no estaba animando a las personas para que se le unieran. Claramente, Cristo no estaba interesado únicamente en los números y ese es el punto. Él quería que todos los que se convirtieran en sus discípulos (miembros de la Iglesia de Dios) tuvieran éxito y lograran llegar hasta el final. Todos los que han sido llamados por Dios necesitan saber de antemano lo que tienen por delante y estar preparados para ello.
De una forma análoga, fallar al aconsejarlos para contar el costo sería como tomar un grupo promedio de ciudadanos y enviarlo a una misión militar designada para un equipo élite de la marina. (Es necesario recordar que Cristo utilizó una analogía militar, Lucas 14:31-32). Sin un entrenamiento adecuado, los reclutas no lograrían siquiera sobrevivir a semejante misión, y mucho menos lograrían alcanzar su objetivo. Dios quiere que todos alcancemos nuestro potencial y está trabajando con este fin.
“Contar el costo” no es el único consejo que Cristo dio. Él también hizo una promesa a todos aquellos que se comprometan: “No te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13:9). Esta cita es una de las afirmaciones más enfáticas en el Nuevo Testamento. En griego contiene dos negativos dobles, algo similar a decir: “Yo nunca, jamás, nunca te dejaré”. Jesús utiliza la misma técnica para expresar la certeza de la vida eterna para los creyentes (véase Juan 10:28).
Tal vez todos hemos oído el refrán militar: “Jamás dejar a un hombre atrás”. De una forma semejante, el Padre y el Hijo están comprometidos en un 100% con aquellos que respondan al llamamiento de Dios. Jesús hizo una promesa similar al final de Mateo 28:18-20, diciendo que Él nunca dejaría de estar con los miembros de la Iglesia en ningún momento a lo largo de los siglos. Él es el autor de nuestra salvación (Hebreos 2:10) y constantemente está guiándonos por el camino.
Algunas personas tal vez podrán decir: “no”, después de contar el costo, porque tal vez no capten todo el cuadro. Esto tal vez signifique que Dios no los ha llamado por completo todavía. En otras palabras, el hecho de que alguien tenga algo de entendimiento espiritual no significa necesariamente que está siendo llamado a la salvación en este momento. Él acepta sólo a aquellos que pueden cruzar la línea de llegada en esta época. Dios no tiene la intención de rechazar bruscamente a alguien que vacila en comprometerse inmediatamente.
Sí, todos tienen que estar de acuerdo con el compromiso que Dios requiere. Todos deben recibir el Espíritu de Dios. Todos deben vivir el camino de vida cristiano de una forma exitosa. La consecuencia de no hacer esto es perecer, como usted lo implica. Pero la perspectiva más amplia de las escrituras que mencionamos anteriormente nos muestra que hay mucho más en la respuesta.
— Por Cecil Maranville, director del Departamento de Correspondencia Personal
El Departamento de Correspondencia Personal responde a las preguntas de las personas que entran en contacto con la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial, acerca de la Biblia y de temas de la vida cristiana, así como preguntas acerca de IDDAM.