El martes 30 de octubre, viajé a Moradabad en el estado de Uttar Pradesh en la India, que está a cinco horas de Nueva Delhi. Este viaje de cinco horas es básicamente un curso de cómo manejar en medio de obstáculos móviles e inmóviles (algunos se movían y otros estaban volteados a lo largo de la carretera)—carros, camionetas, buses, camiones, bicicletas, motocicletas, tractores, carretas de bueyes, scooteres de tres ruedas, chivos, ganado, y ocasionalmente un camello y unos pocos monos. La ciudad es apodada la “Ciudad del bronce” por su famosa industria de manufacturas de bronce. La ciudad en sí misma es un área densamente poblada con un gran porcentaje de musulmanes. Una visita a nuestros miembros en Moradabad implica viajar por calles estrechas con espacio para un solo vehículo. Con frecuencia no hay espacio para que pasen un carro y una moto—uno tiene que parar para que el otro pase.
Había planeado visitar a los miembros en Moradabad a comienzos del viaje, pero ellos me advirtieron que no debía hacerlo, porque les preocupaba que no pudiera llegar a su casa debido al festival de Eid-Ul-Adha, algunas veces llamado también el festival del sacrificio. (Los musulmanes alrededor del mundo creen que en esta fecha Alá [Dios] le ordenó a Ibrahim [Abraham] sacrificar a su hijo Ismael. Ibrahim obedeció las órdenes de Dios, pero su hijo fue remplazado por un carnero en el último momento). Durante este festival, los musulmanes de Moradabad y todos los vecinos de nuestros miembros sacrifican cabras en las calles que conducen a sus casas. Un vecino sacrificó un camello.
Así que tuve que reorganizar mi programa y visité Moradabad al final de mi viaje a India con el fin de poder llegar con seguridad a sus hogares. Llegué al hogar de Robinson Yusuf y su familia al final de la tarde y pudimos compartir alegremente durante varias horas. Hablamos acerca de lo que había pasado en nuestra vida desde mi última visita en mayo, así como de varias noticias de la Iglesia. También hice un estudio bíblico en la noche. La familia del señor Yusuf recalcó las maravillosas bendiciones que habían recibido de Dios durante todos estos años. Me relataron cómo llegaron a Moradabad desde un pueblo cercano con muy pocas posesiones. El señor Yusuf había perdido su trabajo en el hospital y su familia comenzó a dar clases privadas, con lo cual comenzó su escuela. Dios ha continuado proveyéndoles con clases llenas de estudiantes, incluyendo estudiantes musulmanes y varios profesores musulmanes; y todavía el nombre de su escuela es Escuela Secundaria de San Pedro. Después del estudio bíblico disfrutamos de una maravillosa cena preparada por los Yusuf, y luego regresé a mi hotel para dormir bien antes de regresar a Nueva Delhi.
El jueves 1 de noviembre volé a Colombo, Sri Lanka. Estaba un poco preocupado por el clima ya que un tifón estaba azotando la parte sur de la India y algunas partes de Sri Lanka. El aterrizaje estuvo un poco brusco, pero las calles adyacentes al aeropuerto no estaban inundadas y el tráfico estaba normal (que sería considerado como algo caótico por muchos en Occidente)—cerrando la vía a los demás, tocando el claxon, acelerando y frenando bruscamente, casi a punto de chocar con las bicicletas y atropellar a los transeúntes, teniendo que salirse fuera de la vía para evitar los buses y camiones.
El viernes en la mañana viajé al Monte Lavinia, un suburbio de Colombo, visité a nuestros miembros y almorcé con ellos. Nos pusimos al día con respecto a los sucesos de los últimos meses y ellos me actualizaron acerca de la Fiesta de Tabernáculos. También hablamos acerca de la Fiesta en 2013. Nuestros miembros enfrentan la situación de que los costos suben por las tasas de inflación que aumentan, en tanto que los salarios y sueldos permanecen estables. El país experimenta una gran corrupción a todo nivel, lo que les permite a ciertas familias vivir en medio del lujo más extravagante en tanto que la mayoría lucha por sobrevivir escasamente. Nuestros miembros están muy agradecidos con Dios porque les provee continuamente para sus necesidades.
El sábado por la mañana me desperté varias horas antes del amanecer y dirigí el servicio vía Skype para nuestros hermanos en Australia, a las 5:30 hora de Sri Lanka. Después del servicio y de compartir un rato, pude disfrutar de un desayuno delicioso y luego viajar a Monte Lavinia para tener mis segundos servicios en la mañana de ese día. (¡En los 49 años que llevo asistiendo a la Iglesia ésta es la primera vez que recuerdo haber tenido dos servicios el sábado por la mañana!). Siempre disfruto de la visita a nuestros hermanos en Sri Lanka. Asistí a mis primeros servicios aquí hace 27 años y una vez viví y trabajé a pocas cuadras de donde viven nuestros miembros ahora. Después de almorzar y compartir otro rato, mi madrugada comenzó a causar sus efectos y regresé al hotel para prepararme para una salida muy temprano en la mañana. Salí para el aeropuerto a las 3:30 am el domingo, con el fin de tomar un vuelo para Bangkok, Tailandia, mi última parada antes de regresar a Estados Unidos.
Visitar a nuestros miembros en India y Sri Lanka siempre es inspirador. Están dispersos en medio de miles de millones de personas y afrontan retos y dificultades muy específicos. Durante la mayor parte del año, su única oportunidad para compartir tiempo con otros miembros de la Iglesia fuera de su familia es durante la Fiesta de los Tabernáculos o cuando yo puedo visitarlos. Afortunadamente, con la tecnología moderna podemos comunicarnos regularmente durante todo el año. Espero que algunos de nuestros miembros que viven fuera del área de sur de Asia, piensen en celebrar la Fiesta ya sea en la India o en Sri Lanka. Sería una Fiesta inolvidable y les serviría mucho a nuestros miembros allí. CA
—Por Dave Baker