
La Fiesta de Trompetas: “el día del Señor”
Vivimos en un mundo atribulado, en constante zozobra y muy peligroso. Las malas noticias nos inundan por doquier; el sufrimiento es inmenso, basta ver las noticias del día para quedar estupefactos.
No mencionaremos la interminable lista de problemas que nos aquejan. La historia humana ha sido una enorme tragedia a través de las edades. La buena noticia es que no siempre será así. ¡El ser humano aún tiene una esperanza! ¡Nuestro hermoso planeta no va a sucumbir ante ningún cataclismo!
Nuestro gran Dios Creador y Padre estableció un plan maestro de salvación para toda la humanidad. Ese plan está reflejado en siete fiestas bíblicas anuales. Tenemos un folleto titulado Las Fiestas Santas de Dios, el cual puede descargar de nuestro sitio de Internet.
La cuarta fiesta, Dios la llama “Fiesta de Trompetas”, que nos anuncia el retorno de nuestro Señor Jesucristo, esta vez como Rey de reyes y Señor de señores: “Pelearan contra el Cordero y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes” (Apocalipsis 17:14). También podemos leer: “y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores” (Apocalipsis 19:16).
Nuestro Señor Jesucristo será la autoridad suprema; las tragedias actuales serán cosa del pasado. Se acabará el desgobierno humano: “Entonces vi el cielo abierto y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con Justicia juzga y pelea” (Apocalipsis 19:11).
¿Quiénes gobernarán bajo las órdenes de Jesucristo?
El Apóstol Pablo escribió: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tesalonicenses 4:16). También podemos leer: “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar … y vivieron y reinaron con Cristo mil años (Apocalipsis 20:4). Como podemos ver, los futuros gobernantes serán los que hayan obedecido fielmente a Dios y hayan vencido todos los obstáculos, éstos recibirán la facultad de gobernar.
Todos tendrán un sólo objetivo: ceñirse a las leyes y caminos de Dios al servir y amar al prójimo.
Ésta es la buena noticia que Jesucristo trajo a la tierra por primera vez, y sigue siendo el proyecto más importante de Dios el Padre.
¡Será una época y un Reino maravilloso! También en Apocalipsis podemos leer: “ … y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje, lengua, pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” (Apocalipsis 5: 9-10). Los gobernantes bajo Jesucristo serán personas que se hayan sometido en esta vida a obedecer todos los mandatos de nuestro Padre Celestial.
¿Qué modelo de gobierno será?
Uno completamente diferente a todos los gobiernos de hechura humana. Jesucristo dijo: “Mi reino no es de este mundo”, nos indica que será una teocracia (de origen divino).
Nuestro futuro Rey dijo: “En la casa de mi Padre, muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar; vendré otra vez, y os tomare a mí mismo para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:2-3).
Claramente, el Reino de Dios proviene de nuestro Padre e iniciará con el retorno de Jesucristo y los santos escogidos bajo sus órdenes. Será un maravilloso Reino. Nuestra motivación y actitud deben estar enfocadas en ese Reino; nuestro futuro Rey nos aconsejó: “Hagan tesoro en los cielos” y también “buscad primeramente el Reino de Dios y su justica”.
Todos los males que hoy nos aquejan serán historia, habrá un tiempo en ese Reino en que Dios enjugará toda lágrima de nuestros ojos, no habrá más muerte, ni más llanto, ni clamor, ni dolor porque las primeras cosas pasaron.
Si vencemos seremos los maestros en el Mundo de Mañana (Isaías 30:20-21).
Nuestro Señor Jesucristo será enviado en un momento decisivo para la supervivencia humana “y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos aquellos días serán acortados” (Mateo 24:22).
Nuestra labor hoy es: prepararnos y ser dignos de estar en ese Reino. Debemos clamar a nuestro Padre: “Venga tu Reino”.
—Por Jaime Ortiz