Hacer progresos constantes y consistentes puede ser la clave para convertirse en un siervo eficiente.
Si nos preguntaran cuál es uno de los principios más útiles en el viaje hacia el Reino de Dios, ¿qué diríamos?
En Lucas 17:10 leemos: “…cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid; Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos”. A primera vista, esta escritura parece ser un poco dura, sin embargo nos ofrece una lección fundamental para sobreponernos a las flaquezas humanas y desarrollar un carácter según Dios.
Lucas 16:10 nos revela un principio fundamental que nos muestra cómo podemos llegar a ser un siervo útil: “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel”.
El principio es sencillo: usted se convierte en algo mejor al hacer bien las cosas pequeñas. La vida en realidad está hecha de muchas cosas pequeñas. Practicar las cosas pequeñas—lo básico—nos da una perspectiva de la vida que nos conduce al éxito.
Me encanta cocinar, especialmente comida italiana, como la bruschetta de tomate y la salchicha italiana (sin el cerdo). Trato de mejorar la receta resaltando la exclusividad de los sabores, utilizando ciertas especias especiales.
De la misma forma, ser mejor está basado en el principio de un mejoramiento constante, aprendiendo y cambiando e incrementando nuestras capacidades para ser alguien que continuamente está aprendiendo. El ángulo preciso del éxito se encuentra en un principio sencillo—el principio del estrecho margen—volverse mejor poco a poco.
La victoria puede depender del más pequeño de los progresos. En casi todo juego que hemos ganado alguna vez, la victoria se da para aquel que anota sólo un punto más que el adversario. En una carrera de caballos, la diferencia entre el ganador y el que llega de segundo, puede ser escasamente de una pulgada, pero es todo lo que se necesita para ganar.
En julio de 2009, la revista Buenhogar publicó un artículo acerca de la buena salud titulado “Pequeños cambios para estar más saludable”, en donde Richard Laliberte dio 10 principios para “diezmar” y así encontrar el camino para una mejor salud.
Él dijo: “para tener éxito cuando acometemos una tarea gigantesca…es mejor comenzar dando sólo un 10% sin preocuparse del proverbial 100%”.
“Usted tendrá más fácilmente éxito si hace pequeños cambios”, dice Catherine Champagne, profesora de investigación en el Centro Biomédico de Investigación de Pennington, del sistema universitario del estado de Luisiana”.
Laliberte lo confirma: “Los progresos microscópicos logran más a largo plazo—porque cada uno de ellos significan un gran avance en sí mismos”.
Stephen M.R. Covey en su libro The Speed of Trust [El alcance de la confianza] escribe: “Ser mejor está…basado en los principios del progreso continuo, aprendizaje y cambio… Lo opuesto de ser mejor es la entropía, el deterioro, descansar en los laureles… Si usted no está haciendo un esfuerzo consciente para ser mejor, no está quedándose en el mismo punto; usted se está quedando cada vez más rezagado”.
Dos principios bíblicos
En Deuteronomio 7:21-24 se nos dice que los hijos de Israel vencerían a sus enemigos “poco a poco”. En la vida, cada victoria sobre nuestros enemigos es lograda poco a poco, por el principio del estrecho margen del éxito. Pablo nos dice en 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
Aprenda el principio de encontrar el margen estrecho y usted tendrá más éxito en convertirse en un siervo verdaderamente eficiente.
—Por Richard Pinelli