Pregunta: Quisiera variar lo que digo en mis oraciones diarias, pero con frecuencia me doy cuenta que estoy diciendo lo mismo. ¿Tiene algunas sugerencias que me ayuden a evitar este error?
Respuesta: Una forma de evitar este hábito es organizar sus oraciones de tal forma que cada día haga énfasis en un aspecto diferente de su vida. Usted puede usar el bosquejo que Cristo dio en Mateo 6 y Lucas 11, pero tomar diferentes temas cada día.
Por ejemplo, usted puede escoger el primer día de la semana para orar acerca de los problemas y necesidades del mundo. Esto requiere que usted esté enterado de los asuntos mundiales, de tal forma que pueda orar acerca de lo que está pasando actualmente o amenaza con ocurrir. Son infinitos los temas para orar, si pensamos en los líderes de varias naciones (1 Timoteo 2:2), en aquellos que están sufriendo de enfermedades, guerras y epidemias.
Usted puede utilizar el segundo día de la semana para orar acerca del país en el que usted vive. Nuevamente, ore por aquellos que están en autoridad, incluyendo a quienes están en posiciones de autoridad (presidente, primer ministro); aquellos que están trabajando en el sistema de justicia o que trabajan con la legislación. Puede orar por los maestros, pidiéndole a Dios que haga posible que los creyentes reciban una buena educación y a la vez puedan mantener sus creencias. Usted puede orar de forma similar por los líderes de los negocios, para que los creyentes puedan tener empleo. Puede orar por la protección en cuanto al clima y los desastres naturales. Puede orar por la salud de las personas que conoce que están enfermas y/o heridas. A medida que vea las noticias, los temas vendrán fácilmente a su mente.
En el tercer día, usted puede orar por las necesidades y temas del estado, provincia o departamento en el que vive, teniendo en cuenta las pautas que dimos anteriormente.
El cuarto día, se puede concentrar en las necesidades y temas de su familia, tanto la inmediata como la extendida.
En el quinto día de la semana, usted se puede enfocar en sus necesidades y temas personales ¡No crea que es egoísta orar por las necesidades personales! Los salmos, que son a la vez oraciones y cantos, nos dan el ejemplo de que no es erróneo hacerlo. Jesús también mencionó esto en su bosquejo de oración. Apartar un día para concentrarse en los asuntos privados nos impide orar demasiado por nosotros mismos en los demás días. Adicionalmente, esto puede ayudarlo a concientizarse de un pecado del cual usted necesita arrepentirse.
Usted puede utilizar el tiempo de la oración en el sexto día para hablar con Dios acerca de temas que ha pasado por alto los días anteriores. Y puede revisar temas de los cuales haya orado durante la semana o hablar de nuevos temas. Piense en este día como un día en el que “se pone al día”.
En el sábado semanal, dedique el tiempo de su oración para agradecer a Dios por todo lo que Él es y lo que ha hecho, ya sea por otros o por usted. Dar gracias a Dios es algo que se menciona en toda la Biblia. Imagínese cuánto progresarían las relaciones en una familia física si los hijos dedicaran un día de la semana únicamente a dar gracias. Dar gracias a Dios también nos ayuda a fomentar nuestra relación con Él.
En cada día de la semana, sus oraciones deben mencionar la obra y la familia de Dios. Experimente con diferentes temas que funcionen bien para usted; ésta es una sugerencia general que le puede ayudar a resolver su problema