Ha caído el sol para dar final a la Fiesta de Tabernáculos y comenzar con el Último Gran Día. Dios ha sido maravilloso con nosotros, ha llenado nuestros corazones de inmensa alegría, ya que nos ha permitido venir a celebrarle Fiesta en paz, a este lugar donde ha morado con nosotros. Muchos han sido los mensajes de Dios, a través de los sermones y sermoncillos, que nos recordaron que debemos luchar contra el mundo y sus costumbres que quieren apoderarse de nuestras mentes; nosotros debemos volver a nuestro primer amor.
A los jóvenes especialmente Dios les ha querido hablar en esta Fiesta. Hemos visto cómo varios mensajes preparados por diferentes oradores se han enfocado en ellos. Nuestros hijos son herederos de las promesas también, se nos recalcó en un estudio bíblico, pero las bendiciones Dios las ofrece solamente a los que son obedientes con su ley.
Hemos sido muy felices con nuestra familia espiritual a la que se agregaron siete nuevos hermanos. Todas las actividades han estado llenas de amor para nosotros. Es tan inspirador ver cómo todos los miembros como hormiguitas obreras han colaborado durante la Fiesta. Nos ha quedado muy claro que somos soldados al servicio de Cristo nuestro Salvador.
Sigamos peleando la buena batalla de la fe para vernos en la Fiesta en 2015.
—Por Alberto Mazariegos