En la mañana del 26 de diciembre del 2013, un grupo de jóvenes abordamos un tren en Santiago, Chile, para un emprender un viaje de 5 horas a San Fabián de Alico, un pequeño pueblo ubicado al sur de la capital. Sin embargo, el pueblo de San Fabián no era sólo el destino final de nuestro viaje, sino que para nosotros también era el sitio del campamento de jóvenes IDDAM 2013 en Chile.
El campamento de este año fue por lejos uno de lo más memorables e inspiradores jamás vivido. Un número total de 94 camperos y 15 adultos tuvimos la oportunidad de disfrutar de una semana de diversión, compañerismo y mucho aprendizaje. El campamento se llevó a cabo en un internado bien equipado, ubicado en los cerros de San Fabián, al igual que el año pasado. El paisaje era sobrecogedor, destacado por los hermosos cerros, la abundante vegetación y el impresionante río Ñuble que corre por la orilla del lugar. Ese ambiente era un recuerdo constante de la presencia de Dios durante el campamento. La naturaleza pura de la creación de Dios complementaba el lema de este año, “En Búsqueda de la Pureza”, y agregó aún más a la experiencia única compartida por todos los que asistimos.
Empezamos cada día con un desayuno ligero y, después, un estudio bíblico presentado por Saúl Langarica, Daniel Sepúlveda y Pablo Carvajal. Estos estudios bíblicos estaban enfocados en los diferentes aspectos del lema del campamento.
Inmediatamente después del estudio se designaba un espacio de tiempo llamado “Acuérdate de tu Creador,” en el cual nos dividíamos en grupos pequeños para analizar y conversar aún más los temas de dichos estudios.
Después de terminar con la hora de “Acuérdate de tu Creador”, tuvimos la oportunidad de escuchar mini-discursos presentados por los propios camperos. Los temas se basaron en historias personales, lecciones de vida y enseñanzas bíblicas. Después del almuerzo las tardes se llenaron con deportes y juegos que incluyeron tiro con arco y flecha, tiro con rifle, carreras de esquí, fútbol y voleibol. Una vez concluidos los deportes se servía la cena, y cada día terminaba con una actividad para todo el campamento, como una noche de cine o la mini-noche de talentos.
Quizás, lo que fue más entretenido que los deportes, más hermoso que el paisaje y más inspirador que todo, fue el increíble ambiente de amor, armonía y camaradería compartida por todos los camperos. Este año tuvimos la bendición de que un gran número de jóvenes de varios países pudiéramos asistir al campamento en Chile. Habíamos jóvenes de Argentina, Perú, Bolivia, México y EE.UU, juntos con los jóvenes de las congregaciones de Chile, lo que hizo que la experiencia de este campamento fuera una que realmente ejemplificara lo que significa ser “un cuerpo en Cristo,” como nos instruye ser en 1 Corintios 12:12-14; “12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.”
A pesar de la fusión de diferentes culturas, costumbres, colores, idiomas y procedencia de los jóvenes, la semana de campamento de este año estuvo llena de un espíritu genuino y puro de unidad.
Cada uno llevó una bonita pieza del hermoso rompecabezas que eventualmente llegó a ser la maravillosa imagen del campamento de este año.
Dios, a través de su infinita sabiduría y misericordia incondicional, ha bendecido a su Iglesia con el privilegio de realizar campamentos para sus jóvenes cada año en varias partes del mundo. Los asombrosos recuerdos y las profundas lecciones que uno recibe en el campamento tienen un valor inmensurable y un impacto tremendo en la vida de un joven de la Iglesia de Dios. Es por esa razón que puedo decir con certeza que el campamento IDDAM 2013 en Chile fue por lejos mi campamento favorito hasta ahora. Con la inspiración y la guía continua de Dios, el del próximo año será aún mejor.
Antes de terminar, deseo expresar mi profundo aprecio a todos los adultos que trabajaron tan arduamente en la preparación de los alimentos para todos los camperos, y que también prepararon todas las actividades que hicieron posible tan exitoso evento.
Por supuesto, nuestro profundo agradecimiento a nuestro Gran Dios que nos da los medios para tener estas actividades.
¡Nos vemos en el campamento 2014!
—Corbin Jackson