59 personas nos reunimos en el salón del Hotel Arauco, en el Rodadero, Colombia, para celebrar la Fiesta de Tabernáculos 2014. Antes de la Fiesta, varios hermanos habían tenido que afrontar problemas y obstáculos muy difíciles e inesperados y por lo tanto había un sentimiento especial de gozo y alegría por poder reunirnos para celebrar la Fiesta. Sentíamos que teníamos más motivos que nunca para estar agradecidos con Dios por su infinito amor y misericordia, que nos permitía estar delante de Él, a pesar de todas las dificultades y pruebas previas a la Fiesta. Para varios asistentes a la Fiesta, era un verdadero milagro poder estar allí, y sólo la intervención de Dios hizo posible que pasara esto.
El alimento espiritual recibido en los sermones, estudios bíblicos y otras actividades, hizo que al finalizar la Fiesta partiéramos a nuestros hogares con un renovado sentido de urgencia ante los acontecimientos mundiales, con mayor claridad de la necesidad que tenemos de estar cerca de Dios, de cuán crucialmente importante es para nosotros ahora mantenernos enfocados en la meta del Reino y la necesidad de clamarle día y noche a Dios para que nos ayude y “seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”.
—Por Eduardo Hernández