Pregunta: Voy a dejar de celebrar Navidad porque yo sé que no es realmente el día del cumpleaños de Jesús. Dios es el jefe y quiero hacer lo que Él dice. Pero no sé qué hacer con el hecho de que tengo muchos nietos para los cuales la Navidad es muy importante. Tendré una buena conversación con Dios acerca de qué debo hacer, porque Él sabe que mi corazón está preocupado.
Respuesta: Como usted bien lo ha dicho, ¡Dios es el jefe! Usted está en lo correcto al hacer lo que Él dice con respecto a la Navidad. También a Él le importa su preocupación por sus nietos, porque Él quiere que tenga la mejor relación posible con ellos.
Hemos visto una gran variedad de reacciones en las familias cuando uno de sus miembros deja de celebrar la Navidad, y hemos aprendido que la forma en que la persona explica la decisión que tomó marca una gran diferencia en la reacción de la familia ante el cambio.
Primero, ore a Dios para que Él le dé la sabiduría para escoger las palabras adecuadas para explicarle a su familia —y pídale a Él que le dé gracia a sus ojos. Luego, hable con ellos acerca de su cambio en la creencia bien sea escribiéndoles o diciéndoselos personalmente (lo que sea mejor para la familia). Hágales énfasis en que usted respeta sus convicciones personales y que no va a tratar de que cambien lo que ellos creen. En muchas ocasiones, este enfoque suaviza lo que de otra forma podría provocar una reacción airada.
Al mismo tiempo, pídale a su familia que respete su cambio de creencia como una decisión personal. Dígales que usted no va a cambiar de parecer. Esto podría impedir cualquier intento de ellos por crear una polémica.
Dígales que su amor por ellos no ha cambiado —y que usted continuará dándoles regalos— pero en otros momentos del año.
Si bien este enfoque amable y cariñoso puede suavizar la reacción de la familia, necesitamos advertirle acerca de algo. No se ilusione pensando en que su familia va a hacer las cosas exactamente como usted, porque hay un elemento espiritual que está presente. Hasta hace poco, usted seguramente se sentiría perplejo (aun ofendido) si alguien le hubiera dicho que Navidad era una fiesta pagana.
Jesús explicó en Juan 6:44 que el don del entendimiento provenía directamente del Padre. Los argumentos mejor escogidos y brillantes no pueden lograr que alguien conozca lo que El padre no le ha mostrado. Usted puede estar seguro de que su ejemplo envía un mensaje poderoso, sin palabras (Mateo 5:13-16), tanto para sus hijos como para sus nietos.
Es posible que algunos miembros de la familia cuestionen sus creencias. Nuestro material acerca de la Navidad le dará a usted la información que necesita para responder. Vea: “Navidad: ¿deben celebrarla los cristianos?”, y “El nacimiento de Jesús”.
No dude en comunicarse con nosotros si desea más información o tiene otra inquietud. CA
—Por Cecil Maranville