En este próximo mes tendremos dos acontecimientos muy importantes. Primero, el domingo 24 de mayo celebraremos el día de Pentecostés, o la Fiesta de las Semanas, que ocurre 50 días a partir de la ofrenda de la gavilla mecida, que se lleva a cabo en los días de Panes Sin Levadura (Levítico 23:15-16).
Pentecostés conmemora el establecimiento de la Iglesia del Nuevo Testamento y la venida del Espíritu Santo. También representa el llamado de los primeros frutos (Efesios 4:30). No es la conclusión de esa primera cosecha, ni celebra la recompensa final de las primicias, que es algo representado en la próxima fiesta, la Fiesta de Trompetas. En el antiguo Israel, tanto la cebada como el trigo eran cosechados en la primavera, a partir del día en que se ofrecía la gavilla mecida.
Pero cortar las espigas de grano del campo no completaba la cosecha. Una vez cortadas, las espigas de grano eran llevadas a la trilladora para separar el grano de la paja. Cuanto éste ya estaba listo, era almacenado en barriles o dejado a la intemperie para que el contenido húmedo pudiera ser reducido. El grano no estaba listo para utilizarse sino hasta que se completara este proceso.
De forma similar, Pentecostés nos muestra que el grano (las primicias) debía ser, primero, cosechado o cortado (tomado del campo), luego trillado y secado antes de que esté listo para ser consumido. De la misma forma, aunque hemos sido llamados y escogidos, debemos seguir siendo fieles antes de que podamos ser primicias en el Reino de Dios (Apocalipsis 17:14).
El segundo evento sobresaliente en mayo va a llevarse a cabo una semana después de Pentecostés. Desde el 31 de mayo hasta el 2 de junio, ministros de todas partes del mundo junto con sus esposas, se reunirán en Dallas para la cuarta Conferencia Ministerial internacional, contando como conferencia inicial la que dio comienzo a IDDAM en enero de 2011. ¡Es difícil creer que como organización ya hayamos completado el quinto año!
El éxito se mide por diferentes parámetros —algunos de los cuales son difíciles de cuantificar— pero según muchos parámetros hemos progresado bastante desde que comenzamos. Los ingresos son sólo uno de estos parámetros, pero estoy feliz de informar que ha habido un aumento en ellos cada año, y hasta el momento, este año está al máximo nivel desde que comenzamos. Creo que parte de este aumento se debe a nuevas personas (donadores y colaboradores), que es probablemente la señal más positiva que hemos visto desde que comenzamos en diciembre de 2010.
El tema de la conferencia este año lo tomamos de Mateo 16:18: “Yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (énfasis añadido). Es en esta roca (Jesucristo) que la Iglesia está siendo edificada.
Sabemos que Cristo todavía está edificando a su Iglesia. Pero, ¿cuáles son sus prioridades? Lo que Cristo está haciendo en la actualidad es lo mismo que Él hizo en el primer siglo (Hebreos 13:8). Él predicó el evangelio del Reino de Dios y mostró compasión por las personas que lo seguían. Para mí, una de las escenas más sobresalientes de los Evangelios es cuando Cristo mira a las multitudes que lo seguían y se conmovió por ellas, porque no tenían pastor (Mateo 9:36). No es distinto en la actualidad. En un mundo pasmoso, sin ningún enfoque espiritual, la Iglesia está dedicada a predicar el evangelio y a cuidar del pueblo de Dios. Por esto es que existimos.
Entonces, las próximas semanas serán un tiempo estimulante para la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial. En Pentecostés volvemos a revisar el fundamento de la Iglesia junto con la venida del Espíritu Santo, y luego la semana siguiente definiremos la visión para el futuro. ¡Qué mes tan especial! Manténganse al tanto para ver los informes.
Jim Franks, presidente de la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial