P: Como cristiano, la idea del diluvio no me parece consoladora. Me preocupa que Dios haya matado a todos —incluso a los que aún no habían nacido— cuando Él pudo haber matado sólo a los pocos que estaban más allá de la redención. Un amigo me propuso que revisáramos escenarios con esta pregunta: “¿qué habría hecho Jesús?”, “¿habría matado inocentes?”.
R: Los verdaderos cristianos no piensan que el diluvio sea algo “consolador”, sino una época terrible en la historia de la humanidad. Y no necesitamos preguntarnos qué habría hecho Jesus, porque Él fue el Dios que interactuó con las personas en el Antiguo Testamento. Aquel que más tarde nació como Jesús fue el Dios que envió el diluvio. Lea las enseñanzas de Jesús directamente en el artículo “Jesucristo fue el Dios del Antiguo Testamento”.
¿Por qué Jesús decidió destruir a casi todos los seres humanos? Veamos lo que dice la Biblia acerca de la gente, y también cómo se sentía Dios con ellos:
“Y vio el Eterno que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió el Eterno de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón” (Génesis 6:5-6).
Hay más información aquí de lo que parece a simple vista.
“Las palabras de Dios en cuanto a la raza humana están llenas de pathos. La maldad de la gente era grande, y todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal (cf. 8:21, ‘cada indicativo de su corazón es malo desde la niñez’). [Dios hizo al hombre con la capacidad de escoger el bien o el mal], pero el hombre había tomado esta capacidad y había producido sólo el mal… además el hombre estaba ‘corrompido’ y ‘lleno de violencia’ (Génesis 6:11, 13)….
“Aunque el rápido juicio de Dios se iba a manifestar porque el Espíritu de Dios no siempre protegería… a la humanidad, el juicio sería pospuesto 120 años (v. 3). Durante esta época Noé era un ‘pregonero de justicia’ (2 Pedro 2:5)” (David C. Cook, Bible Knowledge Commentary [Comentario de conocimiento de la Biblia], 2004, notas de Génesis 6:5-8; énfasis añadido).
Vemos que la decisión que Dios tomó de enviar el diluvio no fue hecha a la ligera o irreflexivamente. Él había hecho que Noé llamara a las personas a que cambiaran durante 120 años antes del diluvio. En palabras llanas, al Creador se le rompió el corazón por tener que enviar el diluvio.
¿Qué sucedió con los niños que no habían nacido o los acabados de nacer? Dios no los envió a un lugar de tormento. Él les permitió dormir, en vez de crecer en un mundo en el que ellos también perpetuarían el incesante mal.
Por lo tanto, debemos disentir respetuosamente de la premisa de que deberíamos o podríamos condenar las acciones de Dios en la época del diluvio. El Dios del diluvio es amor. Él nos dio vida. Luego, Él se despojó a sí mismo del derecho de estar por encima de la humanidad, para volverse como uno de nosotros, como Jesús. Él les permitió a los hombres condenarlo y torturarlo hasta la muerte. “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:13).
Ningún cristiano encuentra consuelo en lo que Dios tuvo que hacerle al perverso mundo en la época del diluvio. Tampoco vamos a juzgar a nuestro hacedor. En vez de ello, tenemos una confianza total en su juicio y en su capacidad para salvar, en aquél entonces, ahora y en el futuro. Lea la explicación bíblica de cómo Dios va a dar a todos la oportunidad de salvación, en: El último enemigo: ¿qué pasa realmente después de la muerte?