En la actualidad la mayoría sabemos que fumar perjudica la salud del fumador, por lo que ha sido llamado el “suicidio lento”, sin embargo, el daño físico va más allá del fumador, ya que se ha demostrado que el fumar es mucho más perjudicial de lo que la gente se ha imaginado.
En los últimos años, el gobierno mexicano –y muchos otros gobiernos del mundo– ha implementado medidas para reducir el consumo y la proliferación del cigarrillo, por lo que ha adecuado las leyes a fin de mostrar en las cajetillas de tabaco los efectos de su consumo.
La amplia difusión de las advertencias sobre los peligros del cigarrillo han disminuido el número de fumadores adultos en México, no obstante, la Encuesta Nacional de Adicciones 2011 revela que la epidemia de tabaquismo se encuentra focalizada entre los adolescentes, los adultos jóvenes y las mujeres, quienes continúan fumando a pesar de todas las advertencias.
Según parece, algunas personas simplemente no se preocupan por su salud. A pesar de que la prevalencia de consumo está dada principalmente por fumadores ocasionales, que consumen pocos cigarros al día, no hay que perder de vista que no existen “niveles seguros de consumo de tabaco” o “exposición a su humo”. El placer pasajero que obtienen del cigarrillo es más importante para ellos que el riesgo de sufrir un ataque cardiaco, padecer enfisema o cáncer en los pulmones o la vejiga.
La mejor opción es que los fumadores dejen de fumar completamente y que los adolescentes nunca inicien el consumo. Y es que fumar es malo por el daño que le causa al fumador: lo perjudica y acentúa los malos rasgos del carácter. Fumar es una forma de deseo egoísta que quebranta en cierta medida el décimo mandamiento: “no codiciar” y aún el sexto, ya que NO ES una manera de expresar un auténtico amor a Dios, TAMPOCO ES para expresar amor y verdadero interés por el bienestar de los demás, ya que le hacemos daño al prójimo.
En un estudio publicado el 9 de diciembre de 2010 por Regina Benjamín, Cirujana General en Estados Unidos, se afirma que el humo del tabaco afecta al cuerpo aunque se fume poco o se respire humo de “segunda mano” e indicó “no hay nivel libre de riesgo en la exposición al humo del cigarrillo”.
Es así como éste y un largo listado de científicos, continúan demostrando que fumar en presencia de otros ¡es un acto hostil, agresivo y venenoso! Se trata, literalmente, de envenenar a los demás. El apóstol Pablo escribió: “El amor no hace mal al prójimo” (Romanos 13:10)… y el fumar, además del daño al fumador, ¡le causa graves perjuicios al prójimo!
Lo que la ciencia ha descubierto
La nicotina, una de las sustancias más dañinas que el humo del tabaco contiene, se usa comercialmente como un herbicida, por ende, el fumador elige voluntariamente perjudicar su propio organismo con este veneno.
En un experimento en el que se utilizan pulmones humanos con el humo de 60 cigarros, se muestra la tonalidad de la tráquea tras dicho procedimiento, este video lo puedes encontrar en la siguiente dirección: https://www.youtube.com/watch?v=LPC7nG5rDWQ
En otro experimento publicado durante la década de 1980, en la revista médica Lancet, 27 personas que no fumaban fueron encerradas en un cuarto sin ventilación con un grupo de empedernidos fumadores durante un periodo de más de una hora. Los que no fumaban absorbieron cantidades considerables de nicotina en la sangre y en la orina.
El que no fuma tiene una razón para no fumar: quiere conservar una buena salud; sin embargo, cuando tiene que respirar el humo que expele el cigarrillo encendido de otro persona, es como si estuviera fumando.
Según estudios publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona que no fuma pero que permanece una hora en una sala llena de humo, inhala tanta nicotina y monóxido de carbono –responsable de que la sangre no reciba el oxígeno adecuado– como si se hubiera fumado un cigarrillo.
Es probable que gran parte de los fumadores no se den cuenta de que el humo que expelen está, de hecho, perjudicando a los demás. La verdad es que fumar produce enfermedades del corazón, cáncer de pulmón, enfisema, daños irreversibles en recién nacidos, así como defectos físicos en los neonatos… sólo por exponer al humo al prójimo. ¿Cuántos fumadores se dan cuenta de que el humo de un cigarrillo encendido contiene ingredientes semejantes a los de un arsenal de guerra química?
Enfermedades irreversibles
Las compañías de tabaco quisieran hacer creer que el humo del tabaco es sólo una molestia pasajera como el mal aliento o los dientes amarillos, pero los males son mucho más graves y aun mortales. Las enfermedades respiratorias se duplican entre niños cuyos padres son fumadores en comparación de niños cuyos padres no fuman.
Estudios realizados con animales han demostrado que los conejos expuestos diariamente al humo producido por 20 cigarrillos, durante un periodo de dos a cinco años, desarrollaron enfisema pulmonar.
Asimismo, ratas expuestas al humo de cigarro 45 minutos al día, durante dos a seis meses, desarrollaron el doble de los tumores que otras ratas no expuestas al humo.
Se ha identificado que el humo del cigarro daña las pequeñas vías respiratorias o receptáculos alveolares del pulmón. Estos receptáculos son los que depositan el oxígeno en la corriente sanguínea, permitiendo que los elementos contaminantes del humo que sale del cigarrillo irriten y hieran las delicadas membranas de estos.
No necesitamos leer una lista interminable de estudios científicos para darnos cuenta de que el tabaquismo es causante de enfermedades como dolor de garganta, laringitis, problemas en los oídos, hemorragias nasales y sinusitis, por lo que incluso hemos sabido de casos en los que trabajadores se han visto en la necesidad de renunciar a sus puestos laborales porque el humo de cigarrillo de sus compañeros les causa de estos males.
El maravilloso Mundo de Mañana
La mayoría de los que leen este artículo no son fumadores, aunque de cierta manera son o somos víctimas de los actos dañinos de ellos. Entiendo que el humo que despiden los cigarrillos no es el peor de los males que aquejan al mundo de Satanás, en el que vivimos, aunque bien puede causar cáncer, una enfermedad que va en aumento, por lo que es una sustancia que daña al ser humano.
Cuando nuestro Señor Jesucristo retorne a esta Tierra para establecer el Reino de Dios, será el comienzo de la renovación de nuestro mundo, un mundo maravilloso sin humo de cigarrillo, será ¡el maravilloso Mundo de Mañana!, donde nadie tendrá el tejido de sus pulmones destruido por alguien a quien no le importa ni el mal que se hace a sí mismo ni el que le causa a los demás. Sí, puede parecer algo insignificante, ¡pero no lo es!, ya que es un notable contraste entre el camino de Dios, el cual es el de dar, y el camino de Satanás, el cual consiste sólo en obtener.
Fumar en presencia de otros es un ejemplo clásico de por qué el camino del obtener que sigue este mundo, produce resultados tan horrendos. Tanto el que fuma como los que están a su alrededor, corren el riesgo de adquirir una enfermedad en los pulmones, incluyendo el cáncer, mientras el que fuma sigue siendo indulgente consigo mismo, sin preocuparse por el bienestar de los demás.
Ya seas joven o adulto, hombre o mujer, y si en verdad quieres seguir el camino de Dios y experimentar la maravillosa transformación que nuestro Creador hace en nuestras vidas y llamarnos verdaderamente CRISTIANOS, no debes sucumbir ante LA PRESIÓN para FUMAR UN SOLO CIGARRILLO, que dañaría tu cuerpo irreversiblemente y el de tu prójimo, actos que rechaza categóricamente el Eterno (1 Corintios 3:17; Gálatas 5:14).
Según la Ley que fue dada por Dios a la antigua nación de Israel, males cometidos contra el prójimo, como los ocasionados por el humo del cigarrillo, eran severamente castigados: “Maldito el que hiera a su prójimo ocultamente” (Deuteronomio 27:24).
El hecho de no golpear a alguien físicamente, no quiere decir que no se le pueda herir de otra forma. Fumar en presencia de los demás es una agresión que daña al prójimo.
En el Mundo de Mañana, cuando nuestro Creador intervenga en los asuntos del mundo para restablecer su gobierno sobre la Tierra, las personas desarrollarán una actitud diferente. En aquel tiempo el bienestar del prójimo será tan importante como el suyo propio. Será una época en la que la gente respirará sin temor.