Por ejemplo, la Biblia no habla de la técnica, es decir de cómo besar. Tampoco explica cuántas calorías quema uno al besar ni cuántos músculos están involucrados. La gente lo puede determinar por su cuenta. (Sí, unos estudios revelaron que el besar quema entre 12 y 30 calorías cada 15 minutos, lo cual varía según el peso de la persona, y los resultados de la investigación indican que 146 músculos están involucrados en un solo beso.)
La Biblia habla de tres tipos de besos: el beso de lealtad, el beso de amistad y el beso de amor. Examinaremos cada uno brevemente.
El beso de lealtad
Este tipo de beso indica el respeto hacia una figura de autoridad, como un rey o un gobernante. Después de ungir al rey Saúl de Israel, el profeta Samuel “lo besó” como signo de respeto (1 Samuel 10:1, el énfasis es nuestro en todo el texto).
El beso de lealtad lo encontramos también en la práctica de la idolatría. Hablando de esta práctica pecaminosa, Oseas escribió: “Y ahora añadieron a su pecado, y de su plata se han hecho según su entendimiento imágenes de fundición, ídolos, toda obra de artífices, acerca de los cuales dicen a los hombres que sacrifican, que besen los becerros‘” (13:2).
Después de haber observado a gente besando a ídolos —ya que todo lo ve (Job 34:21)—, Dios le dijo a Elías (quién creía que era el único que servía a Dios): “Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron” (1 Reyes 19:18).
La figura de autoridad que merece nuestra lealtad es Dios. Anticipando el retorno de Jesús a la tierra para establecer el reino de Dios, el segundo capítulo de Salmos da unos consejos importantes a los gobernantes de la tierra: “Y ahora, reyes, entended; admitid castigo, jueces de la tierra. Servid al SEÑOR con temor; y alegraos con temblor. Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere de aquí a poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.” (Versículos 10-12, Sagradas Escrituras 1569).
De todos los tipos de besos mencionados en la Biblia, el beso de lealtad es, sin duda alguna, el más importante de todos. Al resumir las instrucciones de Dios en dos mandamientos grandes, Jesús dijo: “El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” (Marcos 12:29-30).
Si damos nuestra lealtad a Dios, Sus instrucciones guiarán las decisiones que tomamos acerca de los otros tipos de besos.
El beso de amistad
En el Antiguo Testamento, el beso era una forma común de demostrar amistad. Los padres besaban a sus hijos (Genesis 27:27) y hay numerosos ejemplos de parientes que se saludaban o se despedían con un beso (Genesis 29:10-15; 31:55; 33:4; 45:15; Exodo 18:7; Ruth 1:9). Este tipo de beso no romántico se ofrecía a todos los miembros de la familia extendida.
Además de los parientes que se besaban, también era costumbre besarse entre amigos (véase el ejemplo de David y Jonatán en 1 Samuel 20:41). Siguiendo esta tradición de dar un beso como signo de amistad, Pablo alentaba a los hermanos cristianos del Nuevo Testamento a saludarse con un beso santo (Romanos 16:16; 1 Corintios 16:20). Por supuesto, esto no era solamente una tradición; era el seguimiento de la enseñanza de Cristo según el cual los hermanos espirituales deben amarse los unos a los otros (Juan 13:34-35).
En su explicación de esta directiva de saludar a los hermanos en Cristo con un “beso santo”, el libro titulado “Expositor’s Bible Commentary” indica lo siguiente: “El recordatorio de que es un beso ‘santo’ previene asociaciones eróticas [sexuales]. Era un signo del amor de Cristo mutuamente compartido y de la paz y armonía que aportó a su vida.”
En nuestro mundo actual, cada familia y cada cultura tienen sus propias costumbres y tradiciones. Si los miembros de tu familia se saludan con un abrazo o un apretón de mano o solamente con un saludo verbal en vez de un beso, está bien. Lo importante es demostrar respeto y una buena voluntad. Lo mismo es cierto cuando se trata de saludar a hermanos de la Iglesia y a amigos. Adopta la costumbre local y la preferencia de la persona. No hagas sentirse a nadie incomodó con tu forma de mostrar tu amistad.
El beso de amor
El beso de amor es una experiencia apasionada que, muchas veces, estimula el deseo de tener más intimidad. En vez de un beso en la mejilla como uno lo daría a un amigo o a una amiga, este tipo de beso se da habitualmente en los labios. Como la novia del Cantar de los Cantares proclama: “¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.” (1:2).
Debido a que este tipo de besos a menudo da lugar a una actividad sexual (Proverbios 7), este tipo de besos se debe reservar para el matrimonio. Como lo aconseja el Cantar de los Cantares 2:7, “Que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que quiera.” El mejor momento para aprender a besar de esta forma es estando casados.
Como acabamos de ver, besar es un asunto bastante importante.
Para tener otros buenos consejos sobre cómo tener una mejor relación con Dios, cómo escoger a tus amigos y cómo planear mejor tu vida amorosa, asegúrate de seguir leyendo los artículos en esta pagina web.