Queridos hermanos:
Cada mes, cuando me siento a escribir la carta a los miembros, tengo conflictos en cuánto a qué es exactamente lo que voy a escribir. Hay tantas cosas pasando en el mundo y en la Iglesia, que es difícil enfocarse en un solo mensaje. En algunos meses tengo más éxito que en otros, pero siempre quiero que mis cartas sean útiles, informativas y animadoras y que ofrezcan algunas buenas noticias en medio de todas las pésimas noticias que escuchamos en el mundo diariamente. En esta carta quisiera compartir algo de buenas noticias y además hacerles una petición especial.
Como todos saben, la Iglesia funciona con el año calendario en lo que respecta a la información fiscal. No se trata de que hayamos escogido el año del hombre (que en el hemisferio norte comienza a mediados del invierno) por encima del año bíblico (que comienza en la primavera), pero las leyes de impuestos de Estados Unidos y otros factores, hacen que sea más conveniente para nosotros usar del 1 de enero al 31 de diciembre como nuestro año fiscal. Por esta decisión, esta es mi primera carta del nuevo año fiscal, y quisiera compartir con ustedes algunos de los avances más recientes y positivos en la Iglesia, a medida que nos proyectamos a otro año.
Cuando la Junta Ministerial de Directores (JMD) aprobó nuestro presupuesto a comienzos de diciembre, nos basamos en las proyecciones para el fin de año. Decidimos escoger un enfoque conservador para nuestro presupuesto de 2017, que incluía un aumento modesto del 3 al 4%. Estoy muy contento de informarles que nuestra proyección para el final de 2016 estaba errada, pero lo estaba de una forma positiva. El aumento en nuestro ingreso actual será cercano al 8%, dependiendo de las donaciones recibidas en enero pero con el sello postal antes de la medianoche de 31 de diciembre. Este aumento más alto del esperado hizo que el mes de diciembre fuera algo extraordinario – casi un 20% más alto que diciembre de 2015.
Estas fabulosas noticias financieras no podrían llegar en mejor momento para la organización. En diciembre, la JMD aprobó una resolución en la que autorizaba a la administración a ubicar y comprar una propiedad en el área general de nuestras oficinas actuales con el fin de construir nuestro propio edificio. La junta también manifestó que si fuera posible, deberíamos comprar la propiedad necesaria con miras a una expansión futura. El presupuesto inicial propuesto es para una oficina modesta de entre 1.800- 2.300 metros cuadrados, con espacio para almacenamiento que pueda reemplazar las bodegas que actualmente alquilamos.
Nuestra meta es ubicar y comprar un terreno y comenzar la construcción de una oficina que debe estar terminada antes de que finalice nuestro contrato actual de arrendamiento (31 de mayo, 2018). Esto me lleva a hacerles una solicitud.
La Biblia es nuestro manual de instrucciones, y en sus páginas encontramos una fórmula importante para el pueblo de Dios. Cada vez que había que tomar una decisión importante o se presentaba una situación inusual, el pueblo de Dios ayunaba y oraba. Esta clase de ayuno no es con el propósito de persuadir a Dios para que haga algo, sino para humillarnos nosotros para buscar y aceptar Su voluntad. Si bien mencionamos el ayuno regularmente en las congregaciones y en artículos de la oficina, hace varios años que no solicitamos un día de ayuno especial. Para ser honestos, hemos visto tantas pruebas a nivel personal que experimentan los miembros y muchos desastres alrededor del mundo que afectan a los miembros, que nuestras necesidades físicas como organización parecen menos importantes. Sé que muchos de nosotros en la oficina hemos escogido ayunar individualmente buscando la dirección de Dios en la organización y en nuestra vida. Ahora me gustaría pedirles que todos escojamos un día en las próximas semanas para ayunar, pidiendo la dirección de Dios en esta decisión tan importante. Necesitamos tomar una decisión acerca de la propiedad antes de las fiestas santas de la primavera y posiblemente tan rápido como para el fin de este mes (enero). Por lo tanto, solicitamos que todos ayunemos un día en las próximas semanas, y ciertamente antes de la Pascua.
Construir es algo muy lógico cuando pensamos que estamos pagando más de $150.000 cada año para alquilar el espacio de la oficina. Hemos calculado que la hipoteca de nuestro propio edificio más o menos sería igual, o un poquito mayor. También sabemos que cuando se termine nuestro contrato de alquiler actual, la cantidad que tendríamos que seguir pagando se incrementaría- probablemente sería el doble. Esto hace que tenga todo el sentido del mundo construir nuestro propio edificio, en lugar de tener que pagarles a otros por alquilar lo de ellos –si el costo es básicamente el mismo. Aunque esto tiene mucho sentido a nivel financiero, especialmente por lo que cuesta tomar dinero prestado con niveles récord de bajo interés, sigue siendo una decisión muy importante para una organización tan joven. En cualquier decisión que tomemos, quisiéramos buscar la voluntad de Dios y Su sabiduría. Por esto es que ayunamos a nivel individual y a nivel de grupo.
Para ser más específicos, le estamos pidiendo a Dios que nos dirija a la propiedad correcta con el precio correcto. También lo necesitamos a Él para que nos guie para asegurar la hipoteca, escoger los arquitectos, la compañía de construcción y que nos conceda el favor de las autoridades locales de la ciudad para que nos permitan lo que sea necesario para la construcción. Por haber estado involucrado en varios proyectos similares en el pasado, sé que las cosas no siempre se dan de una manera fácil, y sin lugar a dudas tendremos que afrontar algunos retos a lo largo del camino. Pero con la ayuda de Dios, aún las situaciones difíciles pueden obrar para nuestro beneficio.
También sé que algunos se pueden sentir un poco cansados como para emprender otro proyecto de construcción, por todo lo que hemos pasado antes. Entiendo esto de verdad y sé que cada vez que hablamos de construcción, siempre surgen recuerdos desagradables y preocupaciones. Algunas veces yo mismo experimento estos sentimientos. Por otra parte, estamos en una coyuntura importante en nuestra corta historia. La administración y la JMD están completamente de acuerdo en que lo más prudente es comprar un terreno y construir nuestra propia oficina en vez de seguir pagando unos costos cada vez más altos para alquilar una oficina.
Ya que hemos estado hablando de esta posibilidad durante vario meses, algunos han enviado ya algunas donaciones con la nota “Para el fondo de construcción”. Si bien nos sentimos muy agradecidos por semejante generosidad, quiero que sepan que no tenemos planes para hacer un fondo aparte para la construcción. No es que no queramos recibir donaciones que ayuden a la construcción, sino que estamos comprometidos a vivir según nuestros recursos. En otras palabras, si no tenemos los fondos necesarios para completar este proyecto y si no podemos pagar las cuotas cuando ya esté terminado, entonces no deberíamos empezar. Cuando hablamos de “contar el costo” a nivel espiritual, Cristo utilizó el principio físico de contar el costo antes de empezar a construir algo, asegurándonos de que sí “tenemos lo necesario para terminarlo” (Lucas 14:28-30). Comprar terreno y construir un edificio en esta época no dependen de que haya donaciones adicionales. El año pasado como organización nuestros gastos fueron 130.000 menos de lo presupuestado. Nuestros empleados están dedicados a vivir de acuerdo con sus presupuestos, y esto, aunado al hecho de que nuestros ingresos estuvieron por encima de lo que esperábamos, hizo que el último año pudiéramos agregar casi $900.000 a nuestras reservas en caja. Esta fue una cifra récord para nuestra organización.
Desde el punto de vista financiero, estamos en una posición en que podemos movernos y avanzar sin tener que establecer un fondo especial para la construcción. Pero quiero asegurarles a todos que los fondos que recibamos son ciertamente bienvenidos y serán muy valorados. Si están marcados para la construcción de la nueva oficina, serán usados para este fin, pero no estamos solicitando ni haciendo ninguna petición de donaciones especiales para la construcción. Según la ley de Estados Unidos cuando una organización sin ánimo de lucro recibe una donación para un propósito específico, esta donación debe ser usada para eso o deberá devolverse al donador.
Desde una perspectiva financiera, 2016 ha sido nuestro mejor año desde que empezamos en 2010. También hemos tenido un crecimiento modesto en cuanto al número de miembros en algunas partes del mundo. Diariamente le pido a Dios que llame más personas nuevas. Por supuesto, cuando oramos aceptamos que la respuesta a estas oraciones está en las manos de Dios. Si pedimos de acuerdo con la voluntad de Dios, tenemos la confianza de que Él nos escuchará (1 Juan 5:14). Dios el Padre finalmente es el responsable de llamar a nuevas personas (Juan 6.44), pero debemos hacer nuestra parte y permitir que el evangelio esté disponible para tantas personas como sea posible, ¡con la confianza de que Él va a llevar a cabo Su voluntad!
Nuevamente gracias por su respaldo financiero y sus oraciones durante el año pasado. ¡Los valoramos mucho! A medida que comenzamos un nuevo año fiscal, deseamos alcanzar más logros. También aceptamos que habrá desafíos, pero tenemos la confianza de que el resultado final será de acuerdo con la voluntad de Dios. Con oración y ayuno, tengo la seguridad de que Dios nos guiará a las decisiones correctas.
Cordialmente, su hermano en Cristo
Jim Franks