Queridos hermanos:
El mes de noviembre ha sido extremadamente ocupado. El viaje a Filipinas para el Programa de Liderazgo Internacional (PLI), y luego a la Florida para el retiro de Harold Rhodes, ocupó la primera mitad del mes. Las últimas dos semanas han estado enfocadas en asuntos familiares para el Día de Acción de Gracias y las reuniones de los directores de campamento y los coordinadores de la fiesta. ¡Hubo poco tiempo para descansar!
Hemos hecho grandes avances en la construcción de la nueva oficina en el mes de noviembre, aunque hemos perdido 16 días de trabajo debido al clima tan húmedo en septiembre y octubre. En nuestra última reunión con el constructor nos aseguraron que la fecha estimada para terminar sigue siendo a mediados de enero. Aunque teníamos la esperanza de terminar a finales de diciembre, a mediados de enero es una fecha razonable. Nuestro contrato actual de alquiler termina el 31 de enero, pero si nos pasamos aún un solo día de febrero, tendríamos que pagar el alquiler de un mes entero. Por lo tanto, es importante terminar la construcción y pasarnos allí antes del 1 de febrero.
Quisiera agregar que todos nos sentimos muy satisfechos con la forma en que está quedando la oficina. En nuestra más reciente reunión, uno de los gerentes de la compañía constructora comentó lo hermoso que era el edificio y el valor de lo que estábamos adquiriendo con nuestro dinero. Es algo bueno para oír. Un proyecto de esta naturaleza no es algo que hagamos todos los días, y siempre es bueno escuchar de alguien que conoce el negocio de la construcción de edificios esos comentarios tan positivos. Esta semana habrá otra actualización de la construcción en el sitio de los miembros.
Nuestro viaje a Filipinas a comienzos de noviembre es parte de uno de los programas más importantes en nuestra historia reciente —el Programa de Liderazgo Internacional. Este programa comenzó con una discusión en noviembre de 2017, a raíz de la muerte de dos ministros. Todd Carey, nuestro pastor en Virginia murió a comienzos del 2017 y poco después Manuel Quijano, nuestro pastor en Perú también murió. La idea de reemplazar a dos pastores, especialmente el de afuera de Estados Unidos, era un poco intimidante. Determinamos que era crucial para nuestro futuro un enfoque estructurado para el desarrollo del liderazgo. En Estados Unidos ya teníamos en marcha varios programas que habían comenzado a dar frutos. En todos los lugares estábamos usando el programa de entrenamiento de liderazgo cristiano y el programa de entrenamiento pastoral, pero necesitábamos algo diseñado específicamente para la obra internacional. Esto fue el catalizador del PLI.
Cuando nos preparábamos para lanzar este programa a comienzos de este año, perdimos otro pastor, Norman Julag-ay. Esto agregó un mayor sentido de urgencia a nuestros planes. El programa fue diseñado con dos componentes: primero, para comenzar el programa, una serie de clases en el fin de semana, que sería llevado a cabo en diez regiones del mundo y segundo, una serie de clases trasmitidas por Internet cada dos meses desde nuestro estudio en Texas. Hasta el momento, después de cuatro conferencias en el fin de semana (Guatemala, Monterrey, Santiago y Manila) y tres clases por Internet, hemos visto un entusiasmo renovado por servir en la Iglesia. Más de 200 hombres y mujeres han asistido estos primeros cuatro fines de semana. Ahora estamos comenzando el desarrollo del verdadero liderazgo en lo que para nosotros es un proyecto a gran escala en áreas fuera de Estados Unidos. El programa ha demostrado ser algo unificador y provechoso para la obra internacional de la Iglesia.
En las clases del fin de semana hemos cubierto temas como: “Bases para la doctrina”, “Doctrina, enseñanzas y tradiciones”, “Ceremonias de la Iglesia”; “Principios del matrimonio”; “Cómo preparar mensajes que cambian a las personas”; y “El uso adecuado de la autoridad y el gobierno en la Iglesia”. Realmente quisiera que todos pudieran oír estas presentaciones, especialmente “Bases para la doctrina” por el señor León Walker. El señor Walker plantea algunas preguntas importantes acerca de si lo que estamos enseñando en nuestras congregaciones, ¿es realmente doctrina, establecida por las Escrituras, o es la opinión de un hombre?
En estos fines de semana, el señor Walker y yo hablamos acerca de doctrina, opiniones, enseñanzas y tradiciones. Pareciera que algunas veces confundimos esto. Es posible que sin darse cuenta un ministro o pastor de mensajes que respaldan su opinión sin primero confirmar la creencia oficial de la Iglesia. Su opinión puede ser correcta, pero algunas veces asumimos algo que no es cierto.
También tenemos tradiciones en la Iglesia. Son importantes, pero no alcanzan el nivel de doctrina. EL apóstol Pablo instruyó a los miembros en Corinto y Tesalónica y les dijo: “retenéis las instrucciones tal como os las entregué” (1 Corintios 11:2) y los exhortó a “retened la doctrina que habéis aprendido” (2 Tesalonicenses 2:15). Esto muestra que las tradiciones enseñadas por la Iglesia se deben seguir. Un ejemplo de ello es la bendición de los niños, una ceremonia especial que cada año la Iglesia generalmente lleva a cabo el segundo sábado después de la Fiesta. Ésta es una hermosa ceremonia que nos conmueve, pero es una ceremonia tradicional establecida por la Iglesia. Si bien es respaldada por las Escrituras y el ejemplo de Jesucristo, reconocemos que no existe el registro de que se haya llevado a cabo en una congregación del Nuevo Testamento.
En nuestro proyecto del desarrollo de líderes, también planeamos combinar el fin de semana especial de liderazgo para jóvenes adultos con el próximo fin de semana familiar de invierno. Esto se hará en lugar de tenerlo aparte unas semanas más tarde. El tema de ambos es una exhortación a estar “fundados y firmes en la fe” (Colosenses 1:23), lo que requiere de un buen entendimiento de nuestras doctrinas.
Mi presentación durante el seminario de liderazgo de jóvenes adultos estará basada en Efesios 4:14, en donde Pablo nos advierte que no seamos “llevados por doquiera de todo viento de doctrina”. A veces me sorprendo al encontrar una falta de entendimiento aún de las enseñanzas básicas de la Iglesia. Por ejemplo, tomemos el nombre bíblico de la Iglesia, algo directo y sencillo. Cuando se hace referencia a la Iglesia en el Nuevo Testamento, se le llama la “Iglesia de Dios”. Hay 12 pasajes en el Nuevo Testamento que la mencionan, lo que nos da a entender claramente que este es el nombre dado a la Iglesia en el libro de Hechos y en las epístolas. Actualmente usamos el nombre “Iglesia de Dios”; pero con un adjetivo adicional para describir la obra de la Iglesia, el lugar en donde está, tal como “Iglesia de Dios, una Asociación Mundial” o “Iglesia de Dios-Ghana”. Para asegurar que no “seamos llevados por doquiera de todo viento de doctrina”, es necesario que nuestro cimiento esté en las enseñanzas fundamentales de la Palabra de Dios.
Por favor oren por el éxito del fin de semana familiar de invierno, y por el éxito del nuevo Programa de Liderazgo Internacional. En 2019 tenemos programado dictar clases en seis regiones más en el mundo: Elmina, Ghana; Auckland, Nueva Zelanda; Kigali, Ruanda; Johannesburgo, Sudáfrica; Londres, Inglaterra; y en la isla de Jamaica.
Ahora que comenzamos el mes de diciembre, por favor tengan mucho cuidado en sus viajes, porque nuestra sociedad estará concentrada en la celebración de la Navidad con todos los peligros físicos consiguientes —conductores ebrios y carreteras congestionadas, lo cual conlleva a más accidentes, heridas y aún muertes. Y por supuesto, existe también el libertinaje espiritual porque las personas celebran un festival pagano afirmando que es propio del cristianismo.
También quisiera pedirles sus oraciones por nuestros hermanos que están padeciendo enfermedades en estos momentos. Es difícil determinar si hay más enfermedades entre los miembros en estos días que hace 20 años, pero pareciera que es así. Por favor no se olviden de los que están sufriendo. Dios es nuestro Sanador, y esperamos en Él y en su misericordia para sanar a aquellos que están enfermos. Mi lista de oración ha aumentado mucho en los últimos meses, y estoy seguro que la de ustedes también. Hay varios casos que realmente le rompen a uno el corazón. Sigan orando por la intervención de Dios.
Cordialmente, su hermano en Cristo,