Queridos hermanos:
Después de consultar con los pastores de Estados Unidos, y preguntar la opinión de varios miembros, además de buscar orientación de las autoridades del estado y locales, hemos fijado el 30 de mayo como la fecha más temprana para tener servicios de sábado en persona en los Estados Unidos. No les estamos pidiendo a todas las congregaciones que regresen a los servicios en esta fecha, porque sabemos que muy probablemente no podrán tener su primer servicio en ese momento. Pero esta fecha nos da una meta y otras tres semanas para luego evaluar la situación y estar seguros de que este momento de reapertura es el apropiado antes de que ocurra en realidad.
Las fechas en las cuales se van a reabrir las congregaciones variarán inmensamente, con algunas que pueden comenzar el 30 de mayo y otras que van a empezar después. En cuanto a la Iglesia alrededor del mundo, hay algunas naciones que no se han dejado de reunir en persona. Éste ha sido el caso de Zambia y Malawi en la parte sur del África. Pero en Suráfrica y Zimbabue, que quedan ahí cerca, el caso es el opuesto. En estas dos naciones, reunirse en grupo tal vez no sea permitido sino hasta bien adentrado el verano.
Según la información actual que tenemos, continuarán las restricciones severas en nuestras reuniones en Filipinas, India, Sri Lanka y Singapur. Las congregaciones en Latinoamérica también tendrán que sortear una variedad de obstáculos antes de poder tener servicios en persona, pasando por restricciones menores en México hasta restricciones extremas en Centroamérica. En Sudamérica, las naciones tienen diferentes niveles de reclusión, y por lo tanto tenemos diferentes requisitos. Chile, Colombia, Argentina, Ecuador y Perú tienen unos requisitos muy extremos. Aunque Europa ya está comenzando a reabrir los negocios, parece que las iglesias no podrán tener servicios en persona hasta ya muy avanzado el verano.
Hemos escuchado de muchos de ustedes, la bendición y lo unificador que ha sido a nivel espiritual, las trasmisiones semanales desde la oficina en McKinney. De acuerdo con esta respuesta, estamos planeando tener una trasmisión para toda la Iglesia, al menos por el momento, en el día de Pentecostés, domingo 31 de mayo. Éste es una de nuestras últimas transmisiones, o por lo menos por ahora, pero esto dependerá de varios factores, incluyendo la posibilidad de que las congregaciones se pueden reunir en persona en ese momento o poco después. Tendremos un servicio completo en Pentecostés, comenzando a las 12 del día, hora central de los Estados Unidos, para todas las congregaciones en Estados Unidos, además de los que puedan unírsenos. Nuevamente transmitiremos en inglés, francés y español. La importancia de Pentecostés debería hacer de este servicio un servicio muy emotivo para toda la Iglesia y un fin de semana muy especial para todos.
Recientemente asistí a un funeral en Houston, de un joven que murió súbitamente a la edad de 19 años. Si bien fue una ocasión muy triste y estaba limitado el número de asistentes por el COVID-19, me sentí muy animado por el hecho de que los hermanos estuvieran bien en medio de semejantes condiciones tan extraordinarias. Todos ellos expresaron su gratitud por las trasmisiones semanales y la capacidad de llegar a todos por la tecnología moderna para mantenernos en contacto los unos con los otros.
También me sentí impresionado por la madurez espiritual de los hermanos. Si bien todos ellos querían volver a reunirse tan pronto como fuera posible, están esperando con paciencia, con el deseo de que sea seguro para todos estar en grupo otra vez. Todos me expresaron que estaban orando por todos en la oficina que están tomando decisiones importantes para el futuro de la Iglesia a medida que buscamos el camino para afrontar esta pandemia. Ninguno de nosotros estaba preparado para afrontar lo que ha sucedido y no teníamos un plan preparado o un libro de guía para saber cómo avanzar en medio de este desastre actual.
En las Escrituras encontramos principios importantes que nos van a guiar para seguir adelante. Por ejemplo, sabemos que Dios quiere que nos reunamos como un cuerpo de personas siempre y cuando sea posible. La verdadera definición de Iglesia es un grupo de personas que se reúnen. La primera vez que se usó la palabra “iglesia” en la Biblia en español, es en Mateo 16:18, y proviene de la palabra ekklesia. El significado literal de esta palabra es “una asamblea de cristianos reunidos para adorar… una reunión religiosa” (Lexicón griego-inglés de Thayer). Cristo más tarde definió a la Iglesia (sus discípulos) como aquellos que tienen amor los unos por los otros (Juan 13:35). El deseo de estar juntos con amor los unos por los otros, fue expresado con frecuencia por aquellos en el área de Houston. Era obvio al ver sus interacciones que es un grupo de personas que extrañan estar juntos.
Como mencioné en mi último sermón, tener preocupaciones y aun algún temor es natural. Sabemos que este virus ha sido mortal, particularmente para aquellos de más edad y que tienen otras situaciones de salud. No es falta de fe reconocerlo y tomar precauciones. Como cuerpo de personas, haremos esto, pero nuestra meta es estar juntos nuevamente, adorando a Dios en los servicios con jóvenes y ancianos —la clase de servicio que hemos experimentado por muchas décadas.
Juan escribió una epístola a la Iglesia en los últimos días del primer siglo. Un falso cristianismo se había desarrollado además de que había una gran herejía. Juan identificó el compañerismo como algo vital para nuestro cristianismo:
“Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo…pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:3-7).
Koinonia es la palabra griega traducida como “comunión”. Es una palabra con un amplio rango de significado, desde un regalo o contribución hasta una participación de cooperación. En los últimos dos meses, nuestro compartir con otros fuera de nuestra familia inmediata ha estado limitado a lo que hemos podido hacer por la tecnología. Si bien esto ha sido una luz para todos en medio de un mundo muy atribulado, no puede reemplazar el hecho de estar realmente unos con otros.
No hemos cambiado nuestra meta desde que cancelamos la reunión de los servicios el 14 de marzo aquí en los Estados Unidos. Debemos volver a estar juntos, pero este deseo debe ser equilibrado con la seguridad de aquellos que se reunirán. Todos debemos ser pacientes, sabiendo que Dios nos cuidará a todos. No tenemos que temer, sino ser cuidadosos. ¡Qué ocasión tan maravillosa será cuando todos juntos, jóvenes y ancianos, niños y adultos, estemos adorando a Dios en su sábado y en sus días santos!
Cordialmente, su hermano en Cristo,