“Estimada es a los ojos del Eterno la muerte de sus santos” (Salmos 116:15). Estas palabras fueron citadas por Arnold Hampton, cuando despedía a su amigo y colaborador en la fe, Kingsley Mather.
Kingsley Mather murió el 2 de junio de 2012, después de una corta enfermedad, a la edad de 72 años. Los que estamos en las Bahamas y a lo largo de las Islas del Caribe, todavía estamos lamentando su muerte.